Los culés consiguen hacerse con el clásico de la gira por EEUU por tres a cero, en un partido con sabor a algo más que un amistoso.
Real Madrid y FC Barcelona se volvían a encontrar poco después de la consecución de la liga correspondiente a la temporada 2022/23 por parte de los blaugranas, esta vez en la gira por Estados Unidos. El AT&T Stadium acogía un clásico que ponía a prueba las nuevas caras de ambos conjuntos.
El partido comenzó con un Real Madrid dispuesto sobre el campo con un 4-4-2 en rombo; Tchouameni, como pivote defensivo; Camavinga y Valverde, como interiores; y Bellingham actuando de enganche. En la punta de ataque volvían a ser titulares Vinicius Jr y Rodrygo, aunque en los dos partidos que figuraron en dicha ocupación del terreno de juego anteriormente se les notó algo dispersos.
Bellignham más centrado en ayudar en la creación del juego, se alejó de las zonas de influencia cercanas al área que sí ocupó contra el Milán y el Manchester United, dejando a Rodrygo y Vinicius permutar posiciones y distribuirse a su antojo la franja más ofensiva del ataque blanco.
Por parte del club azulgrana Lewandowski compuso la punta de lanza, acompañado por Dembele, quien tendía a actuar por banda derecha, su sitio natural. Pedri y Gundogan flotaban en tres cuartos de cancha, escoltados por un inconmensurable Frenkie De Jong y Oriol Romeu.
Los de Xavi Hernández se hicieron con el control de la pelota en los primeros compases del partido y, pese a una muy buena presión alta del Real Madrid, consiguieron sacar el balón y trenzar algunas jugadas de peligro. Oriol Romeu fue el primero en avisar seriamente estrellando un balón en el larguero con una volea desde la frontal. Poco después, en una jugada de estrategia a saque de una falta, Pedri dejaba solo a Dembelé, que hacía el primero para los azulgranas.
Minutos más tarde, el conjunto blanco tuvo la posibilidad de poner el empate a uno en el marcador tras una clarísima mano de Ronald Araújo. El encargado de lanzar la pena máxima fue Vinicius, quien mandó el esférico directo al travesaño. Comenzaba una racha de mala suerte para el conjunto merengue que se prolongó a lo largo de los noventa minutos de encuentro. El Madrid fue haciéndose con el partido, pero por mucho ímpetu que le ponían los pupilos de Ancelotti, el balón se resistía a entrar.
La segunda parte comenzó de la misma manera que la primera, con un Barcelona que tomaba el control del balón y un Madrid que le proponía contragolpes mientras el dominio de balón culé era efectivo. Mientras Tchouameni y Vinicius estrellaban el balón contra el travesaño, Fermín López, un joven canterano del conjunto catalán, conseguía reventar el partido con un golazo y una asistencia para que Ferrán Torres finiquitase el encuentro.
El resultado del partido, demasiado castigo para el conjunto blanco, concluyó con tres goles a cero a favor de los blaugranas.
Imagen principal vía: Photo by Aric Becker/Getty Images.
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