Análisis sobre la eterna pregunta que siempre ha acompañado a la categoría reina del automovilismo.
Cuando llega el año bisiesto o, en su defecto, año olímpico, siempre se intenta pronosticar cuántas medallas puede conseguir cada delegación y, por supuesto, qué deportes podrían incluirse para perfeccionar la fiesta del deporte que, al mismo tiempo, favorezcan ligeramente las estadísticas de cada país. El surf, el skate, el kárate, la escalada deportiva y el béisbol son las modalidades que fueron incluidas en el programa olímpico de Tokio.
Otros deportes como el trail, el pádel o el fútbol sala no han dejado de ser objeto de demanda para perfeccionar dicho evento multideportivo. Dentro del cajón de sueños desiderativos, siempre aparece la Fórmula 1 con la pregunta eterna, ¿es un deporte? La respuesta es contundente, no. La Fórmula 1 es una marca que representa una categoría deportiva de la modalidad del Motorsport, como lo puede ser la NBA en Baloncesto o la UEFA Champions League en fútbol.
¿El Motorsport es una categoría deportiva?
Sin embargo, el fútbol o el baloncesto si son tratadas como categorías. ¿Pero podemos decir lo mismo del Automovilismo, sobre todo su variedad de monoplazas que conforma la Fórmula 1? Mucha gente dice que no es un deporte porque se trata únicamente de ir sentado en un monoplaza dando un número de determinadas vueltas a un trazado.
Nada más lejos de la realidad, Carlos Sainz recordó allá por 2017 que un piloto de Fórmula 1, además de talento, necesita la fuerza de un deportista de élite para levantar las fuerzas G a las que se enfrenta a cada paso por curva. Recalcó que necesita estar a 200 pulsaciones durante las dos horas de carrera, por lo que los entrenamientos a realizar exigen una atención selectiva y sostenida digna de pocos genios. Este estado de forma marca la diferencia en términos de rendimiento el devenir de cada monoplaza, por lo que el automovilismo es considerado como modalidad deportiva.
No todo depende de la tecnología
Sin embargo, habiendo comprobado que el Automovilismo conforma la esencia propiamente dicha de deporte, ¿por qué hubo gente como Jaime Alguersuari que no lo considera como deporte? En una entrevista que le realizó El Chiringuito de Jugones, consideró que “la Fórmula 1 es un gran negocio insostenible a día de hoy. No es un deporte. Un deporte es donde están los mejores pilotos o jugadores del mundo, donde puedes ver que hay una situación humana o física. En el tenis o el fútbol, ves a alguien con talento que puede estar al nivel para la primera división. En los coches, el piloto sigue haciendo la diferencia, pero hoy en día el 85% lo hace el coche”
Está claro que los Campeones siempre han gozado del mejor material para ganar, desde Nigel Mansell en Williams, siguiendo por Alain Prost y Ayrton Senna en McLaren, pasando por Michael Schumacher en Ferrari, continuando con Sebastian Vettel en Red Bull y acabando con Lewis Hamilton en Mercedes. Pero claro, aunque tengas el mejor material, ¿por qué todos estos pilotos han vencido con tanta superioridad y no lo hicieron de forma más ajustada ante sus respectivos compañeros?
El talento inicial no es ajeno a todos
Dentro del talento inicial, siempre existe un componente físico que permite convertirse en un factor diferenciador entre un piloto u otro. Los misteriosos problemas gástricos de Carlos Sainz en el Gran Premio de Australia 2018 que le llevó a quedar por detrás de su ex compañero Nico Hülkenberg. Tampoco podemos olvidar cómo vimos a un Jenson Button entero y a un Max Verstappen destrozado tras haber finalizado el Gran Premio de Malasia 2016. Pero el caso más evidente fue cómo Aryton Senna se dejaba todo el instinto en el monoplaza en detrimento del componente físico, mientras que Michael Schumacher comenzó a poner la formación física en su entrenamiento como piloto.
A pesar de la diferenciación de resultado por la eficiencia del cuerpo en términos de sudoración y sufrimiento en función de su componente físico, mucha gente atañe una supuesta falta de espíritu deportivo en la Fórmula 1 por la intervención de la máquina en el devenir del piloto. De este modo, suele compararse esta tendencia con la mayor intervención física del deportista en otros deportes cómo el fútbol, baloncesto o atletismo.
El equipo de entrenamiento también importa
Bien es cierto que la Fórmula 1 ostenta un mayor peso cuando aparece el componente tecnológico, pero no es ajeno a ningún deporte. Para empezar, la fisionomía de cada profesional es diferente, por lo que el esfuerzo de cada uno de ellos para dar el mejor resultado será mayor o menor. Incluso los deportistas olímpicos considerados como la cuna del deporte dependen de su fisionomía, el entorno personal y, sobre todo, el material del que disponen que, por supuesto, debe estar alienado con el tiempo.
En definitiva, en la misma medida que el resultado de un piloto de Fórmula 1 debe estar valorado en función del talento y condición base. Todo ello debe supeditarse a sus recursos, el devenir de un atleta, nadador o piragüista, entre otras profesiones, depende de su equipo físico y de los materiales de los que disponen para sacar el máximo.
Imagen vía: @F1
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