La RFEF anunciaba ayer que La Cartuja será la nueva sede de la semifinal de la Liga de Naciones el próximo 23 de febrero, tras una negativa por parte del club gaditano de disputarla en el Estadio Nuevo Mirandilla y una falta de comunicación por parte de la Federación.
Una chapuza organizativa
El Cádiz CF sería el original anfitrión, con la condición de que, si el encuentro coincidía con su partido de Liga, que tendría lugar ese fin de semana, este pasase a jugarse el lunes, para mantener el césped en óptimas condiciones.
Según informa Relevo, “nadie le pidió a LaLiga que tuviera en cuenta esta circunstancia antes de hacer públicos los horarios de la correspondiente jornada de la competición regular”; esto, terminó con los horarios publicados sin que hubiese tenido lugar ese contacto entre la RFEF y LaLiga, por lo que, el cambio de horario que exigía el club gaditano no era una opción viable.
La solución escogida ha sido que la semifinal se dispute en el mismo estadio que albergará la final, y el tercer y cuarto puesto, el Estadio La Cartuja de Sevilla.
La polémica que afecta a la afición
Otra polémica en la que se ve envuelta la RFEF en relación con el fútbol femenino, que levantó un revuelo en redes y quejas por parte de los usuarios, “los aficionados somos los que salimos perdiendo en todo esto”, “no estáis a la altura de las jugadoras” …
La Federación emitió un comunicado especificando tanto el cambio de localización como el reintegro del precio de las entradas y nuevas incentivas para acudir a la nueva ubicación, “respecto a las entradas, en un plazo no superior a 48 horas, todas las personas que compraron entradas para el partido de Cádiz recibirán el importe total de su compra en la misma tarjeta con la que se realizó. El momento en el que verán reflejado el abono en sus cuentas, dependerá de su entidad bancarias”.
Sin duda, esta incidencia no es casualidad ni la primera vez que ocurre en la sección femenina, afectando directamente a la afición que tenían ya reservados alojamientos y desplazamientos a Cádiz y que perderán la oportunidad de ver a las campeonas del mundo.
Algunas jugadoras manifestaron su posición respecto a lo acontecido como la mallorquina, Mariona Caldentey, “son cosas que no controlamos ni nos consultan. Das una imagen de poca seriedad. Queremos que la gente nos venga a ver y esto lo dificulta”.
Imagen principal vía: RFEF
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