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Roberto Baggio: Il Codino di Oro

Roberto Baggio sobresale como uno de los jugadores más talentosos y trascendentales en la historia de Italia, siendo aclamado como el mejor del país transalpino.

Roberto Baggio sobresale como uno de los jugadores más talentosos y trascendentales en la historia de Italia, siendo aclamado como el mejor del país transalpino.

Il Divin Codino, apodado por su característico peinado, es una figura emblemática del fútbol italiano. Ya sea en la mediapunta o como delantero, exhibía su elegante e imparable habilidad para el regate, junto con su magistral visión de juego para crear ocasiones de gol. Tal era su talento que se enfundó las camisetas de los tres gigantes italianos de la época: la Juventus, el AC Milán e Inter de Milán. En cada uno de estos clubes, desempeñó un papel fundamental en la consecución de múltiples títulos u objetivos.

El comienzo de un legado para la historia

La carrera de Roberto Baggio comenzó en el club de su ciudad natal, el Vicenza Calcio. Con 16 años consiguió formar parte del primer equipo. Tras un par de temporadas mostrando grandes detalles de calidad logró adquirir un rol importante en el cuadro biancorossi. En la temporada 1984/1985, contribuyó decisivamente con doce tantos para el ascenso del Vicenza.

Su innato talento y destacado rendimiento en el campeonato despertaron el interés de clubes de mayor categoría. Finalmente, Il Divino cerraría su traspaso a la Fiorentina previamente de sufrir una grave de lesión en la rodilla derecha. Este desafortunado incidente lo mantuvo alejado de los terrenos de juego durante un año.

Superando una recaída en la otra rodilla, alcanzó un gran nivel futbolístico, elevando la calidad y espíritu competitivo del cuadro viola a partir de su segunda temporada. Su excelencia y clase lo hicieron consolidarse como una estrella del fútbol mundial, ganándose el cariño de la afición. Sin embargo, tras una polémica transferencia, Roby se unió a la Juventus en contra de su voluntad.

La directiva turinesa aprovechó los problemas económicos que afectaban a la Fiorentina para fichar al genio transalpino. Tras estos acontecimientos, la hinchada gigliati se movilizó en señal de protesta. Consideraban humillante que su ídolo recalara en el equipo que los había derrotado en la final de la Copa de la UEFA esa misma temporada.

En la Vecchia SignoraBaggio alcanzó el cénit de su carrera. Portando el histórico ’10’ de Michel Platini, respondió con un gran rendimiento y se consolidó como uno de los mejores jugadores del mundo. Ganó varios títulos con los bianconeri, siendo la Copa de la UEFA la más destacada. Derrotaron al Borussia Dortmund en la final de 1993 y se posicionó como tercer máximo goleador de la competición. Asimismo, también fue determinante con la azzurra en el proceso clasificatorio para la Copa del Mundo de EEUU. Finalmente, se coronó como el mejor futbolista del mundo al ganar del Balón de Oro y el FIFA World Player.

Después de 200 partidos y 115 goles con la Juventus, Il Divin Codino continuó su carrera en otros clubes italianos. El AC Milán fue su próximo destino, donde consiguió un Scuddetto. Posteriormente, volvió a cambiar de rumbo en 1997 hacia el Bologna. Al cabo de una temporada en la entidad rossoblù, se trasladó al Inter de Milán durante dos campañas. En el año 2000, firmó por el Brescia, pasando así sus últimos años hasta retirarse en 2004. Su último partido lo disputó frente a uno de sus anteriores equipos, el AC Milán. Tras ser sustituido en el minuto 88, todo San Siro le despidió con una gran ovación.

La Copa del Mundo 94: Del triunfo al dolor

El Mundial de EEUU de 1994 se postulaba como un escenario crucial en la carrera de Roberto Baggio. Durante la competición, el ya proclamado Balón de Oro lo dio todo para guiar a su país a la ansiada final. El italiano estuvo a la altura en cada momento, sus regates e inteligencia sobre el campo hacían imparable a la tricampeona del mundo. Sobre todo, cabe destacar su aporte goleador en los momentos cruciales. Sin duda, fue uno de los jugadores más determinantes del torneo.

La final contra la Brasil de Romário supuso un gran reto, pues el futbolista bianconeri disputó el encuentro acarreando molestias. Tras un partido muy igualado, la selección brasileña levantaría su cuarta Copa del Mundo en una fatídica tanda de penaltis. Roberto Baggio erró el penalti decisivo para su país, dejando así una mancha imborrable en su impecable actuación mundialista.

Ídolo y emblema de Italia

En definitiva, la carrera de Roberto Baggio personifica las dos caras del fútbol: el éxito y la adversidad. El italiano alcanzó la gloria, abriéndose un hueco entre los inmortales tras la conquista del Balón de Oro. Paradójicamente, meses después, el vicentino ‘murió de pie’ ante las miles de miradas del Rose Bowl Stadium.

No obstante, su legado perdura, con su número ‘10’ retirado de las camisetas del Brescia. Por otro lado, también sirvió de referencia para los jugadores venideros de su país como Alessandro del Piero. Su excompañero en la Juventus afirmó: «Para mí, Baggio siempre fue una inspiración. Su forma de jugar y su mentalidad en el campo eran ejemplares».

Imagen principal vía: Getty Images (Mandatory Credit: Simon Bruty/Allsport).

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Angel Lozano

Aficionado del fútbol y del Rey de Europa.

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