Fue un espejismo que despertó la luz de la esperanza entre los aficionados. Al menos momentáneamente. La organización de Wimbledon publicó hace unos días la lista de inscritos en el torneo con una novedad que no pasó desapercibida.
Para sorpresa de todos, en el cuadro femenino apareció el nombre de Garbiñe Muguruza en calidad de sustituta, pese a que la tenista hispanovenezolana ya había declarado previamente que renunciaba a disputar los circuitos de hierba y de tierra batida de esta temporada. Un error informático registró en la base de datos a la campeona como la suplente número 67, una noticia que fue corregida de inmediato, antes de que los pronósticos de las apuestas de tenis en Wimbledon se vieran condicionados.
Garbiñe no juega un partido desde que a finales del mes de enero perdiera en la primera fase del Torneo de Lyon a manos de Linda Noskova por 6-1 y 6-4, lo que supuso una racha de media docena de derrotas consecutivas y una alarma de ocaso profesional que dio para reflexionar sobre su futuro. No en vano, tras ese último enfrentamiento, la tenista se ausentó de las pistas de Indian Wells y del Masters de Miami, anunciando además en redes sociales que tampoco estaría en París ni en Londres en las semanas sucesivas. Se trata de un paréntesis que Muguruza, tal y como ella misma relata, está aprovechando para pasar tiempo en familia y rodeada de amigos.
Con estos precedentes de por medio, la jugadora de 29 años todavía no ha concretado una fecha para consumar su reaparición en las pistas. Aunque según sus declaraciones todo apunta a que como mínimo no regresará hasta después del verano, su presencia en el próximo US Open sigue siendo un interrogante. Garbiñe desveló hace tan sólo unos días a la prensa del corazón que en absoluto estamos ante el anuncio de una retirada, sino más bien ante una pausa, una forma de recuperar “todas las cosas que me he perdido durante tantos años de carrera deportiva”. La tenista está convencida de haber tomado la decisión correcta.
La que fuera ganadora de dos Grand Slam y de una decena de títulos WTA, amén de otros importantes éxitos profesionales, reconoce que la intensidad de la competición la dejó mentalmente exhausta. No en vano, tampoco contribuyó la pronunciada ráfaga de malos resultados que venía cosechando. El desgaste fue tan evidente que ya en el mes de abril Garbiñe Muguruza y Conchita Martínez decidieron poner fin de mutuo acuerdo a la relación laboral que las había unido como tenista y entrenadora durante tres años.
Lejos de la gloria de otras temporadas, la jugadora continúa en caída libre dentro del ranking mundial, donde en estos momentos ocupa la plaza número 167 con apenas 406 puntos alcanzados. Fue el pasado mes de febrero cuando salió del Top 100 por primera vez en diez temporadas, señal inequívoca del cambio de rumbo que estaba por venir. Aunque Muguruza dedica ahora su tiempo, lejos del sacrificio de la competición, a permanecer junto a los suyos y disfrutar de la vida desde otro punto de vista, en sus últimas entrevistas confiesa que todavía le quedan títulos por sumar a su palmarés.
Esta puerta abierta es la que mantiene a sus seguidores y al tenis español con la ilusión intacta. Ahora bien, si Garbiñe se inclina por regresar al deporte de élite el próximo curso, tendrá por delante un reto gigantesco: partir de cero en la clasificación de la WTA e ir escalando posiciones poco a poco hasta llegar a ser lo que fue. El paralelismo con Rafa Nadal en este sentido es manifiesto, y es que el manacorí también se ha visto obligado a poner un punto y aparte en su carrera debido sobre todo al factor psicológico. A partir de ahí, ambos están fuera de las pistas, sin un punto de retorno fijado en el calendario y con la intención de empuñar una raqueta más adelante.
Mientras que el balear insinuó que la Copa Davis de esta campaña podría ser un buen momento para dejarse ver de nuevo, hay quien piensa que la caraqueña prolongará su ausencia hasta el cierre de este 2023. Aún se recuerda el momento histórico para el tenis de este país en el que los dos jugadores alcanzaron el número uno el mismo día, el 11 de septiembre de 2017. Si bien es cierto que sigue siendo gratis soñar con una gesta de ese calibre, parece poco probable que estos dos protagonistas vuelvan a unir sus caminos con tanto acierto. El largo plazo para Garbiñe Muguruza, toda vez que en algún momento elija retirarse de este deporte, podría estar relacionado con el mundo de la moda, donde ya ha hecho sus pinitos como modelo para revistas como Vogue o Cosmopolitan.
Imagen principal vía: Photo by WILLIAM WEST/AFP via Getty Images.
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