Jon Pérez Bolo se viste ante el Zaragoza de Philippe Petit. Philippe Petit fue el hombre que cruzó sobre el vació de Wall Street 500 metros. Y así está Bolo, en la cuerda floja, un paso en falso en Zaragoza y estará fuera del Real Oviedo.
El fútbol en el club carbayon desde el inicio de temporada han sido un completo «sindiós». 3 derrotas, 3 empates y 2 victorias, pero todos los partidos con un juego muy malo. Además, las 3 derrotas en casa, haciendo ya más derrotas en casa que la pasada temporada (solamente 2: Burgos y Real Sociedad B). Sin embargo, las victorias también engañan, pues ambas, fueron gracias al brillante arranque de Tomeu Nadal.
Por otro lado, al César lo que es del César, el Real Oviedo consiguió plantar cara y hacer un partidazo contra el Levante, partido que acabó en empate de manera un poco dudosa. Otro partido, no bueno y que salvó Tomeu, pero bien administrado por Bolo fue la victoria contra el Racing.
A día de hoy, la afición está harta, o al borde del hartazgo, con Bolo, lo que ha llevado a los aficionados a pedir su dimisión. Además, tal y como hemos podido saber, y han confirmado distintos medios, al vasco solo le vale la victoria este domingo. En el caso contrario, el equipo despedirá al entrenador, y el director deportivo Tito Blanco fichará un nuevo técnico.
Muchas cosas tienen que cambiar, pues tras: perder por 1-3 contra el Cartagena, el no jugar a nada, el perder contra los «tabla baja»… El técnico no tiene confianza apenas en la entidad y la grada ovetense. O este mismo domingo hace un auténtico partidazo con una cómoda victoria, o el entrenador pasará a ser historia.
La actitud de Bolo de manos en bolsillos o brazos cruzados sin dar una sola indicación, ya no digamos voz, lo siento pero es de destitución inmediata.
— ViejoTartiere (@ViejoTartiere) October 2, 2022
Imagen principal vía: GOOGLE
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