Toni Kroos y Luka Modrić afrontarán la que, posiblemente, sea su última temporada vistiendo la camiseta del Real Madrid hasta junio de 2024.
Es bien sabido por todos que el conjunto merengue anunció la renovación de ambos centrocampistas hasta la próxima temporada. No obstante, su estadía previa al comunicado oficial se mantenía envuelta en un halo de incertidumbre. En el caso del alemán, se contaba con su retiro; mientras que el Balón de Oro croata cedería el testigo ante la llegada de Jude Bellingham. Finalmente, el legendario dúo de mediocampistas permanecerá en el Real Madrid hasta junio de 2024.
Todo tiene su fin, especialmente en el mundo del fútbol, donde temporada tras temporada parece que el tiempo avanza a un ritmo frenético; aunque quizás esto no resulta aplicable a Luka Modrić. A sus 37 años, la leyenda croata ha desafiado esta afirmación numerosas ocasiones dejando actuaciones memorables. A pesar de ello, y de forma intermitente, también se perciben bajones de rendimiento debido a de los efectos de la edad.
Este curso futbolístico debemos mentalizarnos, ya que tendremos que hacer frente al último espectáculo de ambos genios sobre el verde escenario del Santiago Bernabéu, el templo que tantas noches mágicas los ha acogido. Para Ancelotti, continúan siendo piezas importantes tanto en ciertos contextos de partido como en roles de revulsivos. En el aspecto extradeportivo, los demás miembros de la medular gozarán instruyéndose bajo la tutela de dos de los mayores genios en sus respectivas demarcaciones.
Luka Modrić y Toni Kroos (junto a Casemiro) conformaron una dinastía dominante en Europa difícil de doblegar. Los triunfos merengues durante la última década son incomprensibles e inenarrables sin la ya mítica ‘CMK’. Tanto el croata como el alemán simbolizaban el control y el orden. Ambas facetas, tan complejas de atesorar como importantes para el dominio del centro del campo, serán fundamentales para potenciar las virtudes del resto de medios del plantel blanco.
Se avecina una temporada dura, al menos en términos emocionales, para todo el madridismo. El escudo perderá dos de sus grandes emblemas, encargados de forjar con honor y esfuerzo parte de la historia moderna del Real Madrid. Sin embargo, no cabe ninguna duda de que dejarán en buenas manos a los futuros encargados de defender la medular del mejor club del mundo.
Imagen principal vía: @realmadrid.
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