El grupo E de la Copa del Mundo es el clásico “grupo de la muerte” que hay en cualquier cita de selecciones.
En el grupo se han juntado dos selecciones candidatas a llegar muy lejos, como son Alemania y Australia, los medallistas de bronce en los pasados europeos y juegos olímpicos respectivamente, junto a la Finlandia de Markkanen, rival siempre complicado, y la selección local de Japón, una selección siempre competitiva. Se enfrentarán al grupo F en la segunda fase.
Alemania: Un peligro para todos
La selección germana disputará su séptimo Mundial intentando emular su mejor puesto, que fue la medalla de bronce conseguida en el Mundial de 2002, algo que después de muchos años no parece algo imposible.
El combinado dirigido por Gordon Herbert viene de ser medallista de bronce en el pasado Eurobasket disputado en su país, y se presenta con un equipo sin bajas y mucho más formado que el año anterior. El equipo alemán puede formar una de los mejores quintetos del campeonato con Schröder y Maodo Lo como exteriores, Franz Wagner como alero y Theis y Moritz Wagner por dentro.
El crecimiento este último, de Franz Wagner, en los Orlando Magic le ha convertido en el jugador a seguir de esta selección, aunque Schröder será clave para que la selección centroeuropea llegue lejos en esta Copa del Mundo, con un juego muy rápido y ofensivo.
A priori, se puede decir que se van a jugar el primer puesto con Australia, sin embargo, Finlandia y Japón tendrán mucho que decir, aunque la selección germana ya ha demostrado que puede competir con cualquiera, ya que han estado a punto de vencer a Estados Unidos en un partido de preparación, por lo que será una selección a tener muy en cuenta.
Finlandia: A merced de Markkanen
Esta será la segunda participación de Finlandia en un Mundial tras su participación en el 2014, en el que acabaron en 22ª posición. Aunque vienen de hacer un gran Eurobasket, en el que cayeron en cuartos de final ante la campeona España.
La selección suomi, tal y como lleva siendo en los últimos campeonatos, depende de su gran estrella, Lauri Markkanen, el jugador explotó durante el pasado Eurobasket y este año su crecimiento no ha parado, y le ha llevado a ser All-Star en la NBA. También jugadores como Salin, Maxhuni o Madsen son muy importantes para esta selección que quiere hacer historia.
El conjunto dirigido por Henrik Dettmann es una selección muy entretenida de ver, siempre intenta buscar transiciones para beneficiar el atletismo de Markkanen e imponer un ritmo muy rápido de partido.
Sobre el papel, parten con desventaja sobre Australia y Alemania, aunque ya demostraron durante el pasado Eurobasket que pueden ganarle a cualquier selección, con lo que no hay que descartarles del todo para la siguiente fase.
Australia: Mezcla de generaciones
La selección “aussie” es una de las fijas de los Mundiales, de los últimos 14 mundiales tan solo se perdió el de 2002. Sin embargo, el baloncesto australiano está en su mejor momento, porque viene de conseguir sus mejores posiciones tanto en mundiales como en Juegos Olímpicos en los últimos dos campeonatos, al quedar cuartos en el Mundial de 2019 y conseguir el bronce en las últimas olimpiadas.
La selección oceánica llega en su mejor momento, y con una mezcla de las mayores leyendas con los nuevos talentos. A los clásicos Joe Ingles, Patty Mills, Chris Goulding o Nick Kay, se les han unido los jóvenes talentos Dyson Daniels o Josh Giddey, además de Matisse Thybulle y Josh Green, para hacer un equipo muy compensado y con mucho talento.
Sin embargo, la baja de Landale es muy importante para esta selección con falta de jugadores interiores, sobre todo, tras la retirada de Aron Baynes, en un combinado que le sobra el talento exterior, pero que sin Landale tiene un gran déficit interior. Por ello, se espera que el equipo de Goorjian intente imponer un ritmo muy alto de juego con mucho juego por fuera y muy dependiente de su talento exterior.
Parece que se disputará el primer puesto con Alemania, aunque la falta de experiencia en baloncesto FIBA de alguno de sus talentos les puede pasar factura ante rivales tan difíciles como Japón o Finlandia.
Japón: Resarcirse ante su público
Esta será la sexta participación del país nipón en una Copa del Mundo, teniendo como mejor posición el 11º puesto logrado en el campeonato de 1967, algo que intentarán mejorar ante su público.
Los japoneses vienen de unos malos Juegos Olímpicos en 2021 en su propio país, aunque sin público, algo de lo que ya han dicho que se quieren resarcir. Parece que lo tendrán complicado, porque han caído en el grupo de la muerte, y porque su gran estrella, el jugador de los Lakers, Rui Hachimura, ha decidido no participar en el torneo para prepararse para la nueva temporada.
Se trata de la selección con una media de altura más baja del campeonato, aunque han demostrado un juego muy rápido y muy dinámico, algo que buscarán que esté a su favor. Como estrella del equipo estará el jugador de los Nets, Yuta Watanabe, que será clave para competir físicamente contra sus rivales.
A pesar de que jueguen como locales, parece el equipo más flojo del grupo. Además, en sus partidos ante Eslovenia y Francia de preparación, se quedaron muy lejos en el marcador, pero intentarán dar buenas sensaciones ante su público.
Imagen principal vía: @fibawc.
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