Un repaso al sentimiento colchonero y a su actualidad a través del documental emitido sobre la pasada campaña.
Una vez más, Prime Video se coló en las entrañas del Atlético de Madrid durante su sufrida temporada 2021-22 para entrar en Champions. Pero no todo fue dirigido al primer equipo, ya que también se refirió al juvenil -su gran papel en la Youth League- y a otras historias personales que orbitan sobre el mundo colchonero. Por tanto, no faltó todo el calvario que sufrió Virginia Torrecilla con el cáncer.
Sin duda, Virginia mostró ser ese ejemplo de caer y levantarse en la vida, que tanto mencionó uno de los aficionados entrevistados. Al fin y al cabo, hace falta pasión y unión en esta vida, son los valores del Atlético de Madrid. Lo demostró cuando pisó el infierno, una gran cantidad de socios no dejó solo al equipo en una situación crítica. En aquel descenso, estuvo un niño llamado Fernando Torres.
Sentido de pertenencia
El chico de Fuenlabrada sigue siendo considerado ‘El Niño’, aunque tenga 38 años y ya sea entrenador del juvenil A mantiene su sentido de pertenencia a una familia. ¿Quién no recuerda la cantidad de ofertas que recibió en sus primeros años de carrera y se mantenía en un Atlético a mitad de tabla? Le hicieron debutar con 17 años, Luis se lo enseñó todo y el se vio con la responsabilidad de devolver toda aquella confianza.
Podemos decir lo mismo de un Ángel Correa que ya ha superado los 300 partidos, siendo uno de los extranjeros con más minutos disputados. El documental reflejó a las mil maravillas cómo el club apostó por él encargándose de solucionar sus problemas de corazón cuando aterrizó en la parroquia rojiblanca. Al igual que Fernando, se ve con la responsabilidad de devolver al club todo lo que le ha dado.
No se trata de pagar deudas, la temporada pasada reflejó en uno de sus partidos decisivos cómo el sentido de pertenencia promueve una relación recíproca. Ocurrió en el Metropolitano ante un Manchester City que fue dominado, y pasó a semifinales con un estilo «prehistórico». «Haz lo que yo te diga, pero no lo que yo haga», pareció decir un prepotente Pep Guardiola a una parroquia rojiblanca harta de que critiquen su estilo de fútbol.
Ellos supieron dominar a un equipo hecho a base de talonario, pero sin una afición que estuviese más de veinte minutos animando a su equipo a pesar de la derrota. Se dejaron la piel en el campo, y es lo que exige toda una parroquia colchonera. Quizá por ello, Antonie Griezmann tiene esperanza de ganarse el perdón de la afición, y lo expresó mediante lágrimas.
La afición, un arma de doble filo
En definitiva, la afición es el jugador número 12 y, aunque pueda haber discrepancias, hay que entender el modo de vida atlético. Y, sobre todo, entender dónde están puestos los pies. No es normal pedir la dimisión de Simeone cuando es el alma de un club que pasó de estar a tres puntos del descenso a ganar dos Ligas, dos UEFA Europa Leagues, pisar dos finales de Champions y, sobre todo, incordiando a los grandes del Campeonato: Real Madrid y F.C. Barcelona.
La banca, los organismos y la sociedad hace que ambos clubes parezcan intocables, y ganarles sea extremadamente complicado, sobre todo si la directiva comete errores. Gracias a Simeone, se han logrado unos ingresos de récord que no se han traducido en mejores fichajes. Casualmente, Gil Marín, CEO del club, ha ido subiendo puestos en la lista Forbes como una de las mayores fortunas del país. Mientras tanto, la deuda colchonera aumenta.
El Cholo ha permitido que se emitiese dicho documental, y lo lleva haciendo durante once años. Por favor, critiquen constructivamente, pero no sean palmeros. Históricamente, el Atlético de Madrid es un equipo que gana a veces, al igual que el Valencia hizo en sus años de oro. Asúmanlo, será así hasta que haya una liga más justa acompañada de una mejor directiva.
Imagen principal vía: @Atleti.
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