Los Huskies se llevan el segundo título consecutivo por 75-60 gracias a un gran juego coral.
UConn y Purdue se enfrentaban en la final universitaria en un State Farm Stadium de Arizona abarrotado por más de 73.000 espectadores. Por un lado, los Huskies buscaban repetir triunfo tras el logro conseguido el año pasado, algo que no se logra desde que lo hicieran los Florida Gators en 2006 y 2007, por su parte, los Boilermakers buscaban su primer título universitario. El principal aliciente del enfrentamiento estaba en el cara a cara entre los pívots de ambos equipos, Zach Edey, uno de los jugadores más dominantes de la NCAA en las últimas temporadas, y Donovan Clingan, candidato a top 10 del próximo draft.
Primera parte igualada con parcial final de UConn
La final comenzaba como suele hacerlo un partido de estas características, con más fallos que aciertos y con un marcador muy igualado. Ambos conjuntos intercambiaban canastas y pequeños parciales que no les separaban por diferencias de más allá de 3 puntos. Edey comenzaba a imponer su ley bajo los tableros, en ataque anotando y sacando faltas a Clingan, y en defensa poniendo varios tapones.
Cuando restaban 3 minutos para finalizar la primera parte, un parcial de 11-2 a favor de UConn les daba cierta ventaja, que iban a aguantar hasta el final de ese primer tiempo para acabarlo con 6 puntos de ventaja (36-30). Ya se comenzaba a ver cómo iba a transcurrir el encuentro, con la anotación muy bien distribuida en UConn, mientras que en Purdue Edey acabó con 14 tantos.
Segundo tiempo de claro dominio Huskie
Desde el principio de la segunda parte los Huskies tenían claro que querían sentenciar el encuentro. Pese a que comenzó con intercambio de canastas, mediado el segundo tiempo un parcial de 9-2 situaba a los defensores del título 14 puntos arriba, ventaja que parecía insalvable ante un equipo que ha sido tan dominador. Pese a que Edey intentó mantener a los suyos en el encuentro, la ventaja era mucha para UConn, que se impuso por 75-60 para llevarse el título.
Zach Edey finalizó el encuentro con 37 puntos, 10 rebotes y 2 tapones, y presenta su candidatura para ser elegido en el draft. Sin embargo, el MVP de la final fue Tristen Newton que acabó el encuentro con 20 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias, un jugador senior que intentará entrar a la NBA en uno de los últimos puestos de segunda ronda del draft. Los otros dos prospectos del equipo ayudaron para la consecución del título, Donovan Clingan consiguió 11 puntos, 5 rebotes y 1 tapón pese a estar condicionado por las faltas (4), mientras que Stephon Castle aportó 15 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias.
Final de un equipo histórico
Este equipo de UConn será recordado como uno de los equipos más dominantes del baloncesto universitario de las últimas décadas, conseguir un “repeat” está a la altura de pocos equipos y no suele ser muy habitual. Sin embargo, este equipo parece que se resquebrajará tras haber conseguido este hito, ya que muchos jugadores acaban ciclo universitario o se presentarán al draft.
El MVP de la final, Tristen Newton, finaliza ciclo universitario, y tras su gran año algunas previsiones le posicionan al final de la segunda ronda, por su parte, otros jugadores importantes como Cam Spencer y Hassan Diarra también acaban ciclo universitario y tendrán que buscarse una oportunidad en el baloncesto profesional a partir de la próxima temporada.
Por otro lado, están los prospectos del draft, Donovan Clingan y Stephon Castle. El pívot del equipo ha realizado un gran segundo año universitario, y las previsiones del draft le posicionan como un candidato a ser seleccionado entre los 10 primeros puestos. Por su parte, Stephon Castle ha ido escalando poco a poco en las previsiones, en su primer año ha ido de menos a más, concluyendo con esos 21 puntos en las semifinales de la Final Four, por ello, ha subido en las previsiones del draft desde finales de primera ronda a top 15 candidato a entrar entre los 10 primeros.
Con esta consecución finaliza la era de un equipo histórico para el baloncesto universitario, y finaliza la carrera universitaria, con derrota en la final, de Zach Edey, uno de los jugadores universitarios más dominantes de las últimas décadas. La temporada que viene volverá con nuevos talentos, encabezados por Cooper Flagg, uno de los jugadores con más hype desde igh school que se recuerdan, pero habrá que estar atentos a estos jugadores y sus carreras profesionales, ya sea en la NBA o en el baloncesto europeo.
Imagen principal vía: @NCAA
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