Los lobos se imponen en Dallas y se apuntan el primer punto de la Final de la Conferencia Oeste
Esta vez los de Finch gestionaron bien los minutos finales del encuentro y lograron la victoria en Dallas gracias a Edwards, que tiró del carro con un doble doble. Asimismo, Towns fue fundamental en la segunda parte anotando 20 de sus 25 puntos.
Comentaba Irving antes del encuentro que su rival afrontaría el mismo como si fuese la final de la Superbowl, dada la diferencia en la eliminatoria a favor de Dallas. Y así fue. Los Timberwolves comenzaron el partido tirando cerca del aro ante la baja en Dallas de Lively, por lo que el otro pívot Daniel Gafford no podía cargarse de faltas personales. Además, Edwards se encargaba de Doncic en defensa y McDaniels de Irving. Los Wolves endosaron un parcial de 14-2 a los Mavs en el primer cuarto y Dallas solo pudo anotar 2 puntos en la pintura. Encima Edwards llevaba ya 14 puntos. El plan “Art Attack” de Finch funcionaba: es decir, la pintura. En defensa, la blindaron, como si de se tratara de la Casa Blanca y en ataque la pisaban más que el suelo de una ducha en verano. Entonces provocaban faltas de Gafford o hacían sufrir a Kleber que no es un 5, si no un 4.
En el segundo cuarto, Dallas consiguió empatar el partido, principalmente por la actuación de los “secundarios”: Derrick Jones y Exum. Es decir, Doncic quería que sus compañeros se involucrasen en el ataque y les instaba a ocupar las esquinas del lado débil. Mientras, en los Wolves, Finch, tuvo que sentar unos minutos a Edwards, Towns y Gobert por problemas de faltas.
Ya en el tercer cuarto, regresaron los titulares de los Wolves y los lobos mejoraron, a pesar del atracón de brownies que se pegó Daniel Gafford machacando la canasta aprovechando los alley-oops del “repostero” Luka Doncic. No en vano, Dallas es el equipo que hace más alley-oops en playoffs de los últimos 23 años. Hardy (13 puntos) también aportaba en Dallas y se convertía en el “invitado sorpresa”. De hecho, los jugadores del banquillo de Dallas doblaban en puntos a los de Wolves, aunque no resultaba suficiente.
Clutch
Edwards demostró que pese a tener 22 años, es el líder de su equipo. El escolta de los Wolves marcó la diferencia en el clutch junto con su compañero Towns. Karlito, es un jugador que parece que se ha fundido la caja de melatonina, debido a su cara somnolienta. Pero ayer despertó de su letargo en el triple enchufando los 4 que lanzó y asumiendo responsabilidades en momentos claves. Ya con el encuentro prácticamente resuelto y tras una pérdida de un gris Irving, el esloveno Luka Doncic (triple doble) acercó a los suyos en el marcador con un triple descomunal desde el párking del American Airlines Center, aunque finalmente “los lobos aullaron en Dallas”.
Imagen principal vía: (Matthew Stockman/Getty Images)
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