El nuevo fichaje del FC Barcelona debutó como titular en liga en Son Moix en el empate 2-2 que arrebató el liderato a los culés.
Todos somos conocedores de la complicada situación que atraviesa el FC Barcelona, un club que se mantuvo entre los mejores del mundo por décadas. Sin embargo, en los últimos años, sus participaciones internacionales, sumadas a su desempeño en los despachos, condujeron al club a un estado económico sin precedentes.
Fruto de la dramática situación que viven los catalanes, el club se vio obligado a reforzarse mediante cesiones y traspasos libres, mayormente. En estas circunstancias, los blaugranas se hicieron con los servicios del internacional español, Iñigo Martínez. No obstante, no todo está funcionando como se esperaba.
Tres partidos, tres equipaciones
Desde que firmase su nuevo contrato a principios del pasado mes de julio, el káiser vasco solo tuvo la oportunidad de participar en tres encuentros: en El Sadar como revulsivo; en Montjuic contra el Betis, saliendo desde la banca; y en Son Moix como titular.
Las molestias físicas no han dejado de limitar al central, que a sus 32 años está viviendo un momento complicado. Una lesión en su pie dominante lo tuvo apartado de los terrenos de juego por más de 45 días, lo que supuso perder la pretemporada y el inicio de la misma.
En el caso de Iñigo, esta situación ha supuesto un duro revés para él. Debemos recordar que llegaba a Can Barça abandonando el club que tantas noches felices le hizo vivir, Athletic Club, recalando en una plantilla nueva, con un proyecto deportivo incierto, y con competencia en el puesto (Christensen, Araujo y Koundé).
El defensor tuvo la oportunidad de comenzar el partido en Mallorca. Sin embargo, su desempeño no fue el esperado, afición y entrenador coincidieron en que su partido no estaba resultando provechoso para el conjunto. Por lo que, en el segundo tiempo sería sustituido. Tras este evento, Martínez no disputó ni un minuto en el siguiente choque, 1-0 frente al Sevilla CF.
Impresionar a Xavi Hernández debe ser una difícil tarea, más si cabe, habiendo empezado con mal pie. Ahora, no podemos olvidar que Íñigo fue uno de los objetivos de la dirección blaugrana desde principio de año. Un mal inicio no determina si habrá un buen final, solo queda confiar en la calidad y determinación de un profesional que acumula más de 400 partidos al máximo nivel.
Imagen principal vía: Photo by JAIME REINA/AFP via Getty Images.
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