La selección alemana queda eliminada en la fase de grupos por segunda vez consecutiva, lo que puede considerarse uno de los mayores fracasos en la historia de la selección.
Alemania vuelve a Alemania o lo que es lo mismo la selección de Hansi Flick hace las maletas de Qatar y regresa a Alemania. El desastre del combinado germano es de los que hacen historia, ha caído a la Liga B de la UEFA Nations League y vuelve a caer eliminada en una fase de grupos de un Mundial. Situación muy preocupante para el entrenador, muchos jugadores y en especial para el fútbol alemán en general.
Hansi Flick en el punto de mira
La figura de Hansi Flick queda muy tocada, venía tras una etapa brillante en el Bayern y como el entrenador que debía revitalizar a la selección tras los flojos últimos años de Joachim Löw, y en estos momentos puede decirse que sus números son peores que los de su antecesor, además de no conseguir revitalizar a una selección que languidece cada partido, y en la que se ha perdido la tradicional furia germana y la lucha hasta el final. Hoy el equipo adolece de alma, al primer golpe se cae y ya no se levanta, una losa psicológica atenaza al equipo y lo convierte en un rival débil y asequible si las cosas no van bien.
La falta de hombres en la selección
No toda la culpa es de Flick, como no lo era de Löw, el fútbol alemán tiene varios problemas, el primero es la falta de un delantero goleador, tras jugadores como Völler, Bierhof o Klose no hay ningún recambio a su nivel, Timo Werner que no ha ido por lesión no es ese tipo de jugador, y Niklas Füllkrug, buen delantero, tiene algunas carencias técnicas para llegar al nivel de los citados. La gran mayoría de equipos importantes de la Bundesliga tienen a extranjeros en esa posición, aspecto que el fútbol alemán debe empezar a tomar en consideración si quiere no repetir experiencias como la actual. Algo parecido puede decirse del lateral derecho, sólo Tilo Kehrer es lateral natural, pero sus capacidades distan de poder ser jugador de la selección, por el puesto han pasado Süle, central reconvertido, y KImmich que empezó jugando ahí, tiempos del Stuttgart, pero ahora reconvertido en uno de los mejores mediocentros del mundo; tampoco el izquierdo anda mejor, y puede considerarse un milagro la aparición de Raum, tras él el desierto.
A estas carencias se une el mal estado de jugadores clave como Süle, Schlotterbeck, o Müller que han llegado mal. Tan solo Musiala ha mantenido un nivel digno de una selección que por su historia debería como mínimo haber pasado a octavos.
Un fracaso absoluto que posiblemente tendrá consecuencias en distintos niveles en Alemania.
Imagen Principal Vía: Photo by GLYN KIRK/AFP via Getty Images.
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