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España B se impone a Portugal en un final de infarto (64‑63)

El equipo de Ponsarnau remonta 15 puntos y se despide firme en el Torneo Ciudad de Málaga

La victoria ante Portugal no solo supone un triunfo más en el Torneo Ciudad de Málaga, sino también la confirmación de que la España B es un proyecto acertado. El experimento funciona, el relevo responde y el futuro ya compite como si fuera presente.

En un partido tan igualado como intenso, España B venció por la mínima (64-63) a una combativa selección de Portugal, en la segunda jornada del Torneo Ciudad de Málaga. El encuentro, disputado en el Pabellón José María Martín Carpena ante una buena entrada de público, sirvió como nuevo banco de pruebas para los de Jaume Ponsarnau, que buscan consolidar una identidad competitiva de cara al futuro del baloncesto español.

Progresando cada vez más

La selección española B logró este jueves una victoria de prestigio al imponerse por 64 a 63 a Portugal en el Pabellón José María Martín Carpena, en el marco del Torneo Ciudad de Málaga. Fue un partido de dos mitades claramente diferenciadas. En la primera, el conjunto luso dominó con claridad gracias al poderío interior de Neemias Queta y al acierto exterior de jugadores como Rafael Lisboa y Nuno Sá, quienes aprovecharon las dudas defensivas del equipo dirigido por Jaume Ponsarnau. El combinado portugués, intenso y bien organizado, cerró el segundo cuarto con una ventaja de catorce puntos (32-46) y llegó a tener hasta quince de diferencia en algunos tramos, aprovechando las pérdidas de España y su escasa efectividad desde el perímetro.

Tras el descanso, España cambió completamente su actitud sobre el parqué. Con un parcial de 19 a 9 en el tercer cuarto, el conjunto nacional recuperó terreno gracias al liderazgo de Álvaro Cárdenas, que firmó diez puntos con pleno de acierto, y al trabajo constante de Great Osobor en la pintura. La defensa mejoró notablemente, el rebote ofensivo comenzó a marcar diferencias (hasta quince capturas en ataque al final del partido) y el equipo mostró otra intensidad. En el último cuarto, el partido se convirtió en una batalla física y emocional, con alternancias en el marcador, errores propios del cansancio y una tensión creciente en cada posesión. España supo gestionar mejor los instantes finales, aprovechando su profundidad de banquillo y el equilibrio en pista para certificar una victoria tan sufrida como merecida.

Figuras clave: los chavales tienen cositas

En estas primeras jornadas del Torneo Ciudad de Málaga han comenzado a consolidarse varias piezas clave en la España B. Álvaro Cárdenas ha destacado por su madurez en la dirección del juego y su capacidad anotadora en momentos de máxima exigencia, especialmente en el tercer cuarto ante Portugal, donde sumó 10 puntos, 1 rebote y 10 de valoración, con un impecable 100 % de acierto en el tiro. Great Osobor ha sido otro de los nombres propios del torneo, aportando 10 puntos, 5 rebotes y 10 de valoración frente a Portugal, con una energía que ha contagiado al equipo en los tramos más físicos del partido.

También ha sido muy relevante la aportación de Baba Miller, que registró 2 puntos, 7 rebotes (5 defensivos, 2 ofensivos) y 6 de valoración, consolidándose como un jugador clave en el rebote y en la lucha por las segundas oportunidades. Guillem Ferrando, por su parte, anotó 10 puntos, capturó 2 rebotes y sumó 8 de valoración, siendo una de las referencias más sólidas desde el banquillo. Michael Caicedo, con 4 puntos, 3 rebotes y 5 de valoración, mostró inteligencia táctica y compromiso colectivo, mientras que Lucas Marí y Millán Jiménez también aportaron desde la rotación, manteniendo la intensidad en pista y contribuyendo a sostener al equipo en los momentos de mayor exigencia física.

Estos nombres comienzan a dibujar la identidad de una selección que no depende de un solo líder, sino que construye desde la solidez y la suma de esfuerzos, dando forma a una estructura coral que responde con eficacia ante distintos escenarios.

La cantera de la Selección confirma la hipótesis: el experimento funciona

Más allá de los resultados, el paso de España B por Málaga confirma el acierto de la Federación en apostar por una estructura de continuidad que permita el desarrollo de jóvenes talentos con potencial para llegar a la absoluta. El equipo de Ponsarnau ha respondido con carácter a dos partidos exigentes, ha mostrado capacidad para remontar situaciones adversas y ha demostrado tener una base sólida desde lo colectivo. La profundidad de banquillo, la versatilidad de sus jugadores y la respuesta mental ante la presión son señales positivas en esta primera puesta en escena.

Con el pleno de victorias en Málaga, la España B demuestra que hay relevo generacional, que hay compromiso y que este proyecto, aún en construcción, tiene recorrido. El grupo ha sabido adaptarse, competir y crecer sobre la marcha, y deja claro que el baloncesto español sigue mirando al futuro con ambición, rigor y talento.

Imagen principal vía: FEB. 

Escrito por Adriana Junquera López-Buendia, pueden seguirme en X @junqueradriana, Instagram @writtenbyjunquera Linkedin

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Adriana Junquera López-Buendía

Estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid. Gran aficionada a su vez al periodismo deportivo. Últimas noticias sobre fútbol, baloncesto y tenis.

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