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Volver a nacer sin esperarlo

Ensayo sobre el arte del Renacimiento del que ha sido testigo el Real Madrid

El ciclo vital de una persona empieza cuando naces y termina en el momento que cierras los ojos por última vez. Entre el punto de partida y del final, existe toda una historia personal de alegrías y decepciones, de las cuáles, puedes volver a nacer en muchas experiencias que marcan profundamente al alma escondida en tu organismo.

El 20 de mayo es un día muy marcado para muchos madridistas porque significó el fin a una sequía de 32 años sin ganar la Copa de Europa/Liga de Campeones. El gol de Predrag Peđa Mijatović ante la Juventus pasó a la eternidad de muchos madridistas, hecho que para más inri, tuvo lugar en el Johann Cruyff Ámsterdam Arena.

El lugar en el que comenzó a gestarse el renacimiento del nuevo fútbol, el Real Madrid dio salida a una nueva vida al comenzar a iniciar la coloquial «era a color». Fue el despertar de un club que se quitó una losa, hasta el punto de consolidar su relación con dicha Copa que le llevó a ser glorioso.

Este renacimiento dejó entrever serias dudas del rendimiento de los blancos, al percibir como en ciertas temporadas se hipotecaba el éxito en las mismas a través de la Liga de Campeones. Al fin y al cabo, al surgir nuevas almas con vida, otros defectos a paliar.

Aunque la apertura de ojos hacia un nuevo mundo conlleva que surja un encuentro con nuevos retos personales, siempre queda la satisfacción de haber satisfizo traumas del pasado. El entorno madridista ha sido consciente de ello; para que luego digan que solamente lo sufren los colchoneros.

Karim Benzema vio coloreada su imagen tras haber estado un lustro atrapada en la oscuridad del chantaje emocional para opacar el precio de la verdad aparecida en el paraíso de la intimidad. La justicia va lenta en todos los sentidos, pero ya agilizó los trámites en el panorama futbolístico al haber recibido la llamada de Didier Deschamps para jugar la Eurocopa 2020 con Francia.

El arte del francés tras la marcha de Cristiano Ronaldo del conjunto blanco adquirió un mayo brillo al haber una mayor centralización de los focos sobre su persona. Demostró que la edad es un número, y todo va en función de mentalidad, estado de forma y capacidad de hacer poesía con el balón.

Su amor hacia el aroma balompédico siempre ha existido desde que aterrizó en el Real Madrid, a pesar de que fuera cuestionado. Cabe recordar que aterrizó en el año 2009, y ha visto salir a muchos jugadores, entre ellos un Sami Khedira que anunció su retirada a los 34 años. Mientras tanto, el galo sonreía por volver al combinado nacional blue.

Para bien o para mal, el Real Madrid de la séptima, Benzema o Sami vieron el inicio de un nuevo horizonte, al igual que todo un club blanco que el mes de mayo ha solido equivaler a la marcha de un entrenador.

Sin duda, la marcha de un técnico acaba significando el final de un ciclo, que cuando surge la noticia, se percibe como inesperado. Nada más lejos de la realidad, el pasillo que marca la frontera entre el principio y el final representan aquella Crónica de una muerte anunciada que tan grande hizo a Gabriel García Márquez. 

Por mucho que sepas el final, siempre gusta ver el milagro de la vida, que no solo se basa en el nacimiento, si no en volver a plantar un árbol de tus cenizas, mientras estás al lado de tus sentimientos.

Imagen principal vía: @Benzema

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