El Real Madrid ha tenido una semana muy movida debido por gran parte a las eliminaciones de Copa del Rey, la dificultad de optar por el título de LaLiga Santander y la reciente eliminación de la UEFA Champions League.
La era Santiago Solari no fue del todo buena en el conjunto blanco, su legado se basa en la obtención del Mundialito de Clubes que obtuvieron ante al Al Ain por 4-1, por su valentía para alinear y dar oportunidades a las jóvenes perlas de la cantera blanca (Vinícius, Reguilón, Cristo…) y sobre todo por sus rencillas internas con varios jugadores del primer equipo (Isco, Marcelo, Bale…).
Por ello, en esta semana el presidente merengue, Florentino Pérez decidió cesar a Solari para traer de vuelta al héroe francés, a Zinedine Zidane que con a penas cuatro días de entrenamientos con el equipo ha solventado con creces el encuentro ante el RC Celta de Vigo.
El encuentro de primeras traía la alegría, esperanza e ilusión de hinchada blanca tras el retorno al banquillo blanco de la doble z, por ello el Bernabéu tuvo un ambiente espectacular. El francés salía valiente en su vuelta al templo blanco alineando a Keylor Navas, Isco y Marcelo, los cuáles se habían convertido en secundarios para Solari.
El Madrid se llevó los tres puntos ante el conjunto vigués obteniendo un resultado favorable de 2-0 con los goles de Isco y Bale. Del partido hay que destacar que se vio el sacrificio, la unión y el esfuerzo de todos los catorce jugadores que participaron; ejemplo de ello es el galés que se encontraba constantemente apoyando a Odriozola en el lateral como presionando la salida del conjunto gallego.
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Con todo ello, la afición madridista salió contento semanas después del Santiago Bernabéu tras ver que la nueva era Zidane ha empezado con buen pie.
Imagen principal vía: Real Madrid CF.
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