Baño de juego por parte del Liverpool al Leicester, segundo clasificado de la Premier League. A pesar de que los foxes jugaran como locales, estos no fueron rivales en ningún momento para los reds.
No hubo intercambio de golpes alguno, tras un contundente 0-4 en el que los locales no fueron rivales. El vigente campeón de la Champions League destruyó las esperanzas del Leicester City de un plumazo, gracias a la enésima demostración de poderío de los chicos de Jürgen Klopp. La diferencia entre foxes y reds es ya de 13 puntos, a pesar de que los de Anfield han jugado un partido menos. En la ecuación también entra el Manchester City, el cual está a 14 del Liverpool y tendrá que cerrar la jornada en casa del Wolverhampton.
El ‘Boxing Day’ tenía como principal protagonista al duelo entre Leicester y Liverpool, dos equipos que llegaban al combate como segundo y primer clasificado, respectivamente. La diferencia de juego entre ambos conjuntos fue descomunal, debido a una exhibición en todos los sentidos de los pupilos de Klopp. Firmino y Alexander-Arnold fueron los mas destacados para los suyos. Como dato a tener en cuenta, es la segunda máxima goleada en un partido del ‘Boxing Day’ entre primer y segundo clasificado desde un 1-6 en 2011, cuando el Manchester City visitó Old Trafford.

Festival de los de Klopp
En cuanto a juego, el único color que hubo sobre el verde fue el rojo. Los de Anfield parecían triplicar a los jugadores de Brendan Rodgers cuando había una disputa de balón y supieron aprovecharse de ello, especialmente en la segunda parte. En la primera parte, a pesar de que ya existía el dominio del primer clasificado, los campeones del Mundial de Clubes no concretaban el juego en ocasiones claras de gol. Hasta que, en el 31′, llegó un gran centro de Trent Alexander-Arnold y este acabaría siendo rematado por la testa de Roberto Firmino. Acababa la primera mitad y parecía que el Liverpool acabaría parando el ritmo de partido, pero fue totalmente al contrario.

Arrancaba la segunda parte y todo seguía igual, ya que no había ningún atisbo de que los reds fueran a bajar el ritmo. Uno de los antídotos que buscó Rodgers fue el de cambiar a Barnes por Albrighton, algo que funcionó e hizo que se crearan algunos espacios para el ídolo local, Jamie Vardy. Ante el cansancio de los suyos, Klopp decidió dar entrada a Divock Origi y a James Milner, sustituyendo a Mo Salah, poco acertado en este encuentro, y a Keita. Las buenas sensaciones locales se acabaron cuando una mano de Söyüncü, que estaba teniendo una actuación más que positiva, provocó el penalti que acabaría siendo transformado por Milner, que acababa de entrar al terreno de juego. Este sería el momento a partir del cual Alexander-Arnold se convertiría en el mejor de los suyos.
Un fenómeno llamado Trent Alexander-Arnold
A día de hoy, el inglés se ha convertido en, posiblemente, el mejor lateral derecho del mundo. No hay quién le supere, además de que en ataque es uno de los principales protagonistas del Liverpool, aunque ocupe una posición en la defensa. Además de otro pase de gol realizado anteriormente, en el minuto 74, asistió a Firmino para firmar la sentencia con un 0-3 en el marcador. Finalmente, tras un gran derechazo, consiguió marcar el definitivo 0-4.
Tanto la actuación del último partido como las que ha tenido a lo largo de la temporada merecen una mención individual. Este joven lateral de 21 años parece estar lejos de llegar a su máximo nivel, a pesar de haberse convertido en uno de los mejores de su posición. Prueba de ello es, entre otras cosas, su rendimiento ofensivo, habiendo dado 17 pases de gol en 2019. Una cifra impresionante para cualquier lateral derecho.

Imagen principal: Liverpool FC.
Por: Nacho Ortiz Escobar.
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