El atacante serbio Luka Jovic a punta a un grande y a ser un grande si de anotar goles se trata.
Suárez lo tiene claro. Ya se confesó en una entrevista hace algunos meses, consciente de que el Barcelona busque en el mercado un delantero que sea su heredero, pues los años le están pesando a su rodilla derecha. De su compromiso y entrega, así como de su rendimiento a un altísimo nivel, pocos podrán dudar. Más allá de estilos, de su accionar en determinadas jugadas, su manera de desenvolverse en el área es un crédito extra que tienen los culés para cuando los partidos se le atascan, incluso al 10.
Hemos hablado en esta web en otras ocasiones sobre los nombres que aparecen en esa lista que a priori manejan Segura, Abidal y Planes, pero al parecer el círculo se cierra, lo que deja alrededor de entre 3 o 4 figuras, más allá de alguno que otro que no deja de gustar. Son los casos de Pépé, el arma letal del sublíder de la Ligue 1, un joven francés que ha puesto al Lille por encima de otros grandes de la competición gala como el Marsella, Lyon o Mónaco, al menos con plantillas superiores. Otros nombres que se barajan juegan en España y Alemania y en equipos que viven realidades distintas. Rodrigo Moreno se ha revalorizado con su despertar en el momento que más lo necesitaba el Valencia. Mientras, Maxi Gómez, se ha dejado arrastrar por la irregular trayectoria del Celta, lo que de todas formas no le ha quitado caché a su probable desarrollo en un futuro inmediato fuera del club gallego.
Hasta Italia se desplazó este jueves la comitiva azulgrana que le está dando seguimiento directo al tema del 9, en este caso para ver de primera mano al delantero serbio Luka Jovic (21 años), quien se ha destapado en el actual curso, tanto en la Bundesliga como en la Europa League. Un gol suyo eliminó al Inter de Milán de los 8vos de final de la segunda competición de clubes en el viejo continente, lo que debe haber dejado satisfechos a los delegados culés. Ya había avisado la campaña anterior con sus 8 perforaciones en 22 encuentros de Bundesliga con el Eintracht Frankfurt, campeón además de la Copa de Alemania, derrotando en la final al Bayern Múnich.
Sabe lo que es formar parte de un tridente, aspecto no menor si se entiende como clave a la hora de que comprenda las variantes de esquemas de Ernesto Valverde, quien contra su voluntad o no, esta temporada ha vuelto a jugar con tres elementos en ataque. Con el Frankfurt se ha compenetrado de maravillas con el croata Rebic (19 JJ 8 G) y el francés Haller (23 JJ 14 G), lo que sumado a los 15 goles de Jovic, hacen un total de 37 dianas en la Bundesliga, una ofensiva temible para todas las defensas rivales. Suele tirarse a las bandas, sobre todo a la izquierda, pues la movilidad de este trío que dirige Adolf Hütter es uno de los sellos de su éxito, lo que despista a sus contrarios, haciéndoles en determinados momentos impredecibles.
Su posición, originalmente, es la de delantero centro, pero forma parte de esta modernidad que se vive en el verde, en la que los futbolistas se desdoblan en dependencia de las necesidades de sus elencos. Su 1.81m no le hace el punta más alto, pero domina el juego aéreo, aspecto que al Barcelona le caería como bálsamo, pues no es lo más explotado en Can Barça, ya que prefieren poner el balón en el césped, tocar y tocar, algo que no incomodaría al balcánico, sin ser su mayor virtud. Sus 7 dianas en la Europa League en 10 encuentros lo ponen como máximo anotador de su conjunto en dicha competición, así como uno de los artilleros más en forma en el evento, dando a entender que su crecimiento no es solamente en canchas alemanas, algo bien valorado en la Ciudad Condal.
Se habla con mucha fuerza de que la entidad teutona pagará menos de 20 millones para hacerse de manera total de su ficha, la que hoy pertenece al Benfica, club que dejaría escapar un atacante con destino al estrellato. Él, Piatek, Werner, Pépé, forman parte de la nueva hornada de goleadores, que podrían unirse a los Kane, Gabriel Jesús, Lukaku y otros, igual de jóvenes, pero ya afianzados en el máximo nivel. Para sacarlo del Frankfurt, se estima un precio que rondaría los 46 millones de euros, valor aceptable, por rendimiento actual, por su alto porcentaje en cuanto a proyección y por el coste de los jugadores en las últimas ventanas de traspasos, cifras mareantes e incomprensibles en muchas de las transacciones. El tiempo dictará sentencia.
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