Un adiós a los merengues

El Chelsea ha jugado un partido muy completo y ha dejado en el camino al Real Madrid para convertir la UEFA Champions League en una final inglesa.

Tras el empate 1-1 en el estadio Alfredo Di Stefano, el Chelsea tenía muy claro que necesitaba anotar y esperar para poder acercarse a una nueva final en su historia.

En Stamford Bridge, el partido pintaba para un Chelsea tirado atrás y un Madrid dominante buscando el gol que le diera el pase. La cosa fue muy diferente, el Chelsea logró hacerse con el gol en el primer tiempo y esto solo ayudo a que un Madrid sin ideas se fuera derrumbando con el paso de los minutos.

El Chelsea de Tuchel, un equipo de autor

Un equipo propositivo y muy sólido, logró hacerse de un gol en el primer tiempo que le permitió jugar el partido con mayor confianza y tranquilidad.

La idea de Tuchel fue clara: compactos en defensa y agresivos en ataque. Posicionar a Havertz y Mount en intermedias y a su vez permitir que Kante se convirtiera en un jugador de ataque, le permitió al Chelsea ser un equipo móvil y con mucho espacio para conectar.

A pesar de jugar ante el Real Madrid en la competición que el conjunto español suele dominar, el Chelsea no fue diferente a lo acostumbrado. Rudiger y Christensen se sumaban al ataque y obligaban al equipo rival a correr en demasiadas oportunidades.

Por último, en defensa, un equipo compacto que dominó en bloque bajo pero que mato al momento de posicionarse en una presión alta como sucedió en el segundo gol.

La realidad es que el equipo dirigido por el alemán dominó de inicio a fin todas las fases del juego y deshabilitó a un Real Madrid que poco o nada pudo hacer para solucionar los planteamientos propuestos por el Chelsea.

El Real Madrid menos amenazante en Europa

La realidad es que el Real Madrid siempre se había sentido cómodo al llegar a estas instancias de la UEFA Champions League. Esta llave fue muy diferente. En ningún momento fue o se sintió superior a un rival que tanto en la ida como en la vuelta le dio cátedra.

En la pizarra, Zidane buscaba que Militao fuera un tercer central que se incorporara al ataque acompañando a un Viniciús Jr que actuaba como carrilero por derecha. La realidad es que en la cancha esta idea nunca se pudo ejecutar con creces. Ni Vini o Militao se sintieron cómodos en el terreno de juego.

El Real Madrid careció de ideas y de propuestas a nivel ofensivo y defensivo. Fue escaso en sus acciones y no fue el Madrid dominante en Europa. Sin amplitud ni profundidad, el equipo español fue plano y soporífero. Un partido sin poder encontrar soluciones en Benzema o Hazard que se fueron diluyendo con el paso de los minutos.

Por último, su nivel defensivo fue pésimo y poco fiable. Cayendo en cada desmarque de apoyo propuesto por el Chelsea y liberando cantidad de espacios entre líneas, el Madrid fue muriendo minuto a minuto y demostró que, a día de hoy, no es ese Madrid imponente que daba miedo.

El Chelsea irá a Estambul buscando superar al Manchester City como en la FA Cup de esta temporada. Por su parte, el Real Madrid deberá superar al Sevilla para seguir en la lucha por el título de la liga española.

 

Imagen principal vía: @ChampionsLeague

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