¿Y si al fútbol americano le cambiamos el balón por un frisbee y le añadimos unas cucharaditas de fútbol y baloncesto? Pues a los alumnos de una desconocida universidad de Estados Unidos se les ocurrió tan brillante idea en un ya lejano 1980. Y es que la mayoría de los estudiantes, deseosos de formar parte del equipo de fútbol americano de su universidad, no cumplían los requisitos de fuerza y altura en las pruebas de acceso.
Por ello, y tras una reunión entre todos esos alumnos rechazados, se llevó a cabo la implantación de una nueva disciplina en la que se sustituiría el balón por ese instrumento plano utilizado los días de playa calurosos. De esta forma, el ultimate pasó de ser un proyecto a una realidad. Y la popularidad de este mismo evolucionó de una forma sorprendente. Llegando a todas las escuelas del país en menos de una temporada.
La nobleza combinada con el esfuerzo
Sin lugar a dudas, la principal característica de este deporte es la no presencia arbitral. Ya que son los propios jugadores los que dictan si una jugada es válida o no. Y el método de práctica mucho se asemeja al del fútbol americano. Un total de siete jugadores se baten en un campo con medidas semejantes a las del fútbol (solo que más estrecho, tampoco hay que castigar los pulmones) durante 90 minutos (o 15 goles) con el objetivo de conseguir un touchdown (o pull como se denomina en ultimate) en el área de ensayo.
Las reglas son muy sencillas. El que tiene el frisbee no puede avanzar, y debe tardar un máximo de diez segundos en pasar el instrumento a otro jugador. Como norma general, el equipo que defiende no puede entrar en contacto con el que ataca. Siendo legales solo las obstrucciones a la hora de intentar recuperar el disco.
Si el frisbee cae al suelo, se cambian las tornas y el conjunto defensor pasa a ser el atacante. Si el disco sale fuera de los límites del campo, o uno de los jugadores intercepta el instrumento fuera de los límites, más de lo mismo. De igual forma, un jugador que intercepte el disco en el área de gol y en ese momento esté en contacto con la misma se le anulará el tanto; ya que para puntuar debe recibir el disco en el aire.
Ultimate en España
Diez años transcurrieron entre la creación de este deporte y su llegada a España. Y es que ninguno quiere perderse algo que lleve la marca de ‘raro’. Desde ese momento hasta hoy en día, un total de 32 equipos conforman la Federación Española de Disco Volador (FEDV) repartidos en 20 provincias distintas.
Una asociación que organiza, a lo largo de todo el año, campeonatos masculinos, femeninos y mixtos ligueros. Así como torneos especiales tanto en hierba como en playa. Siendo incluido además entre muchas clases de gimnasia en los colegios del marco ibérico.