‘Traje y corbata’ y el peor final

Monbus Obradoiro venció a Movistar Estudiantes por 78 a 79 en un partido decidido por Lotanna Nwogbo, tanto para lo bueno como para lo malo.

El Movistar Estudiantes conoce la derrota por primera vez esta temporada, tras perder en casa ante un gran Monbus Obradoiro por 78 a 79. 

Quintetos iniciales

Muchas caras conocidas en el Palacio de los Deportes de Madrid. El equipo visitante contaba en su plantilla con jugadores e incluso entrenador con pasado en el club madrileño. Dos Anjos, el recién llegado Kravic y el técnico Epifanio volvían a la que un día fue su casa.

La gran novedad del encuentro llegaba desde las filas estudiantiles. El chaval de la cantera, Hugo González, volvía a las canchas tras su lesión de ligamento cruzado, siendo recibido por toda la afición con una enorme ovación.

Movistar Estudiantes: Granger, Garino, Silverio, McGrew, Brimah

Monbus Obradoiro:    Dos Anjos, Barrueta, Westermann, Galan, Barcello

Toque de atención del Obradoiro (39-40)

Empanada, pero no gallega (18-24)

El inicio de temporada del Monbus Obradoiro estaba siendo difícil. Con 2 victorias en 4 partidos, los de Diego Epifanio sabían que ganar este encuentro les haría subir la moral del equipo.

Con un Movistar Arena con muchos huecos vacíos, el equipo colegial también sufriría esos espacios libres, pero en defensa. El aspecto a trabajar para Toni Ten sigue siendo el aspecto defensivo. En ataque estaban faltos de ideas. 8 triples intentados en apenas 7 minutos de encuentro. Aunque el porcentaje fue bueno (4/8 triples), la sensación era de falta de imaginación en la ofensiva. El dominicano Silverio fue el más acertado con un 3 de 3 desde la larga distancia.

Por parte de los gallegos, la anotación estuvo muy repartida como de costumbre, destacando los 6 puntos de Westermann.

Al término del primer cuarto, el Monbus Obradoiro mandaba en el marcador por 6 puntos, 18-24.

0 ideas = 0 minutos por delante (21-16)

El juego interior siguió marcando la dinámica del partido. Los pívot exestudiantes Kravic y Dos Anjos estaban aprovechando la fragilidad del Estudiantes, mientras que Nwogbo y Brimah apenas hacían acto de presencia en ataque.

De nuevo, el talento y el acierto desde la línea de tres estaba manteniendo vivo a un Movistar Estudiantes que, aunque los resultados son inmaculados, el juego sigue estando por debajo de lo esperado.

El ghanés, Amida Brimah, está firmando números muy discretos este inicio de campaña. 6 puntos y 3 rebotes de media para un jugador del que se esperaba mucho más y que por el momento no ha demostrado. Nwogbo por su parte, no participó apenas en los primeros 20 minutos por problemas de faltas (3 faltas en 2:57 minutos de juego)

‘Pato’ Garino, Sasu Salin y McGrew parecían ser los únicos con algo de sangre en el equipo local. Mientras tanto, el Obradoiro, seguía firmando un partido sólido y muy serio. Quintela y Barrueta tomaron las riendas del equipo para mantener en todo momento la ventaja.

A falta de 1:29 para el descanso, el capitán Jayson Granger, podría por primera vez desde el cero a cero, el empate en el marcador; como no, desde el triple. 10 de 20 en triples para los «Golden State Estudiantes» al descanso.

Tras la primera mitad, el Monbus Obradoiro lideraban por 39 a 40 un partido que estaba siendo poco atractivo para el público. 

De héroe a villano (39-39)

Nwogbo cambia el rumbo del partido (21-17)

Los problemas de faltas de los pívots estudiantiles iban a marcar la segunda mitad, y los de ‘Epi’ lo sabían. Desde el primer ataque, con bloqueos directos y la poca picardía de los locales de cambiar la defensa en todos, el ‘Obra’ buscaba atacar en uno para uno a Brimah para sacarle más personales.

En un gran pick n’roll, Dos Anjos dejaría el mate del partido en la cara de un Brimah que no sabía ni dónde estaba.

La entrada de Nwogbo le dio una vuelta al partido. El ex Fuenlabrada empezó a atacar la pintura, sacando faltas también al rival. A falta de 4 minutos, el Obradoiro entraría en ‘bonus’, por lo que el Estudiantes tenía que ir fuerte al aro para sacar tiros libres, y por primera vez en el partido, lo hicieron.

De nuevo, la segunda unidad de los locales estaba rindiendo mejor que los titulares. Sasu Salin, el más listo de la clase, provocó la quinta falta de Galán, disminuyendo el poderío interior del Obradoiro. Además, seguidamente, anotó un triple que pondría patas arriba a un Movistar Arena que, pese a no estar tan lleno como otra veces, esta vez sí que apretó más que jornadas anteriores.

Lotanna Nwogbo estaba dando una masterclass de cómo reconducir un pésimo partido para terminar siendo clave en tu equipo.

A falta de un cuarto, el Estudiantes dominaba por 60 a 57 gracias al trabajo interior, tardío, pero efectivo.

Ganó el mejor (18-22)

Apenas había pasado un minuto, y Toni Ten paró el partido para charlar con sus jugadores, un hecho que demandaba la afición azulona en la época de Lezkano y Rivero.

Los máximos anotadores a lo largo de la temporada de Obradoiro estaban pasando casi desapercibido, pero jugadores más secundarios como Quintela (15 puntos) y Barrueta (12 puntos) dieron un paso adelante en este partido.

El capitán de Finlandia, Sasu Salin, seguía a lo suyo, anotando su quinto triple a falta de 7 minutos; pero el héroe siguió siendo él, Nwogbo, quien jugaba tras jugada sacaba su potencial interior para desesperación visitante. ‘Pato’ Garino también estaba siendo clave con un magnífico 4 de 4 en triples.

Pero los gallegos no se darían por vencidos. Parcial de 0 a 9 para remontar un partido que parecía decidido. Curiosamente, fue Granger el que acumuló varios errores en ambos lados de la cancha a favor del Obradoiro. El partido estaba en un puño y Nwogbo es un puñal. 4 puntos seguidos para el nigeriano para mantener a los suyos empate.

Pero el héroe, pasó a ser villano. Última jugada, balón para Obradoiro, fallan un triple, rebote para Nwogbo, que regala un balón que decidiría el partido. Barcello anotó un tiro libre que sería suficiente para ganar por la mínima.

78-79 para un Obradoiro que reconduce su mal inicio de liga y un Estudiantes que no aprovechó la derrota de Palencia en Melilla. Una mala primera mitad y muchos errores de un Granger irreconocible decidieron un partido agónico que se llevaron los visitantes.

Imagen principal vía: Movistar Estudiantes

Por: Sergio Martín Gómez; podéis seguirme en X @best_7yea y en Instagram @srgiiomg_8

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