
Trece de Julio de 1930, Uruguay acoge la primera edición de un mundial a ojos de la FIFA. Hoy se cumplen 90 años de aquel hecho histórico y que posteriormente desembocará en futuras ediciones icónicas.
Cuántas personas y cuántas veces habremos, reído, emocionado, llorado o simplemente recordado ediciones mundialistas como la de 1986 México, 2010 Sudáfrica o con el mundial de 2002, Corea y Japón, no obstante, pocos son los que recuerdan la edición de 1930 y sin embargo, fue la primera de esta extensa y emblemática lista.
La FIFA es el mayor estamentos y el más longevo del fútbol mundial, por detrás de la FA Británica. Desde la fundación de la FIFA en 1904, el crecimiento de esta a ido a más, pero ¿quién dijo que los inicios fueron fáciles? en sus primeros años la ‘Federación Internacional de Fútbol Asociado’, FIFA, apenas contaba con recursos como para desarrollar competiciones por su propio pie como han sido años más tarde, los mundiales o la Copa Intercontinental. El poco bagaje económico, le llevaría a depender y ser financiada por el Comité Olímpico.
Pero en 1932, el fútbol/soccer no entró como deporte olímpico, lo que significó una reunión de urgencia en los despachos de la FIFA en Ámsterdam, aún en plenos conflictos bélicos, se consiguieron sacar fuerzas de donde no las habían para fundar así la ‘Uruguay Football World Cup 1930’ viendo la situación europea, se antojaba difícil que el viejo continente albergará dicho acontecimiento, por lo que este terminó recalando en territorio charrúa. A pesar de ser algo nuevo, aquella edición tuvo su cierto apoyo económico, con una media de 32 mil espectadores por partido.
Seguramente os estéis preguntando cuál fue el primer partido en la historia de los mundiales, técnicamente fueron dos los encuentros que ‘abrieron la lata’, pues ambos se disputaron a la misma hora estos fueron el; Estados Unidos 3-0 Bélgica y Francia 4-1 México. Aunque lo que sí que está claro es el nombre del primer goleador mundialista, este fue Lucien Laurent por parte del combinado galo.
Una edición y formato ‘vintage’:
Por aquel entonces el fútbol se trataba de un ‘recién nacido’, por lo que los sistemas de competición no estaban todavía muy desarrollados. En 1930, tan sólo fueron 13 los participantes, doce invitados + Uruguay. Aquel campeonato se fragmentó en cuatro grupos, uno de ellos de cuatro equipos y el resto de tres equipos. Posteriormente, los cabezas de cada grupo acceden a unas semifinales formadas por; Uruguay, Estados Unidos, Argentina e Yugoslavia. La final nos deparó un vibrante 4-2 entre uruguayos y argentinos. Convirtiéndose así los ‘charrúas’ en el país con menos densidad de habitantes en levantar una Copa del Mundo.
En 1930 pudimos ver una edición con una única sede, Montevideo. El estadio que tuvo que haber albergado el primer partido en la historia mundialista, se llenó de agua hasta la bandera a menos de una hora para el pitido inicial, lo que desembocó en la disputada del partido en mismo horario, pero en distinto paraje.
Un mundial ‘descafeinado’:
En aquel mundial se habilitaron hasta trece plazas, tan sólo cuatro de ellas fueron ocupadas por equipos europeos, por aquel entonces el viejo continente se veía inmerso en balas y cañones, por lo que a las federaciones se les presentaba como imposible asumir los gastos de cruzar el océano. No obstante, Francia, Bélgica, Yugoslavia y Rumania terminaron jugando junto a el resto de combinados, todos ellos lo hicieron por presiones políticas. Antes de viajar a aquel mundial, los belgas se hospedaron en Barcelona para hacer escala en la ciudad condal. A falta de dos meses para el inicio de la Copa del Mundo, ¡ninguna federación europea había confirmado su presencia!
En la siguiente edición mundialista, Uruguay, junto a otras selecciones latinas, se negaron a firmar su presencia en el Mundial de Italia de 1934 a modo de ‘venganza’ a los europeos, pues no les pareció muy bien que estos se negaran a jugar en su mundial.

Rumania y Egipto las anécdotas del 1930:
Mucho más anecdótico es el caso de Rumania, quien terminó viajando hasta Uruguay con una lista de convocatoria que había sido elegida a dedo por Carlos II de Rumania, por aquel entonces monarca del país rumano, bajo los mandos de una empresa Petrolera, el ‘rey rumano’ eligió a su antojo sin tomar en cuenta los criterios futbolísticos, los jugadores que representarán a su nación ante los ojos del mundo, lo que no tuvo muchos efectos, pues los del este europeo se estancaron en la fase de grupos.
Desde una primera instancia eran hasta nueve las selecciones Americanas (Perú, Uruguay, Argentina, U.S.A, Bolivia,Brasil, México, Paraguay y Chile) junto a las anteriores cuatro selecciones europeas, (Francia, Yugoslavia, Rumania y Bélgica), a estos trece países se tuvo que haber sumado un representante Africano, Egipto. Pero el barco en el que viajaban todos los jugadores egipcios, sufrió un severo retraso y no puedo llegar a tiempo para el partido inaugural. Aunque la federación egipcia realizó una petición a la FIFA para que se modifique la fecha de inicio, esta petición terminó en ‘agua de borrajas’.
Las primeras estrellas mundialistas:
Aquel mundial nos dejó entre ver los primeros grandes ‘killers’ de la historia, los primeros récords mundialistas. Uno de aquellos ‘killers’ se trata de Guillermo Stábile, delantero argentino que llegaba a la Copa del Mundo con 25 años y sin previa participación internacional. Es decir, su debut se produjo en el mismo mundial. Stábile fue el máximo goleador de la primera edición, con hasta ocho goles anotados, cuatro más que su principal perseguidor, José Pedro Cea.
Nacido en 1912, Carlos Carvalho Leite, llegaba al mundial con dieciocho añitos, siendo así el jugador más joven de aquella edición, un jugador clave en la historia del fútbol brasileño, habiendo ganado hasta cinco campeonatos cariocas. Carvalho Leite también fue el último jugador en vida de aquel mundial. Desafortunadamente, el mítico delantero de la ‘canarinha’ nos dejaba en 2010 a sus casi 100 años.

Otro icono mundialista era Héctor Scarone, apodado el ‘mago’. Scarone es quizás el jugador más emblemático en la historia del fútbol uruguayo. Pues antes de levantar la Copa del Mundo como capitán, acompañó a los suyos a ganar los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928.
Noventa años más tarde, el tercer y cuarto puesto de 1930 sigue sin dueño:
La edición de 1930 es la única a lo largo de la historia que no tiene tercer y cuarto puesto. Pues Yugoslavia y Estados Unidos no disputaron el duelo por el podium, ¿o sí lo hicieron?. Aunque a día de hoy todavía no existe una certeza sobre el ¿porqué no hay un tercer puesto en 1930? existen diversas teorías, una de ellas es que el partido se disputó cuatro años más tarde y terminó por 3-1 a favor de Yugoslavia. Pero que la FIFA jamás ha reconocido aquel juego, pues no existen pruebas del encuentro. Según recoge un libro de Hyder Jawad, otra teoría frecuente es que; Yugoslavia se negó a jugar aquel partido a modo de protesta contra el arbitraje que estos habían sufrido a lo largo del campeonato.
Ochenta años más tarde de aquel mundial, Kosta Hadzi, hijo de un miembro del cuerpo técnico Yugoslavo se manifestó con que Yugoslavia había obtenido la medalla de bronce por haber sido derrotados ante Uruguay. Quien fuera el campeón del torneo. Kosta afirmó que su família todavía guarda la medalla, aunque a día de hoy todavía no existen pruebas que den realidad a las palabras de Kosta Hadzi.
Mantengamos la incertidumbre…
Imagen principal: FIFA
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