Palestina fantasea con clasificarse para el Mundial de 2026 pese a la problemática bélica con Israel. Con los testimonios de Nicolás Zedán y Khalil Jadallah, futbolista y periodista palestinos, respectivamente.
Corren tiempos revueltos en Palestina. La tensión con Israel es un elemento ordinario en el país del oeste asiático. Sin embargo, tras el comienzo de un nuevo episodio bélico a principios del mes de octubre de este 2023, la tesitura es, si cabe, aún más alarmante. Bombardeos, atentados, amenazas, refugiados, muertes masivas, incertidumbre…
Entre el fuego y la metralla, surge un elemento que, pese a todo, se mantiene intacto en su esencia, la de evadir a la sociedad de sus penurias: el balón de fútbol. La selección palestina afronta en los próximos meses los retos más ambiciosos de su historia. Y, mientras se disputen los duelos de ‘Los leones de Canaán’, todo lo demás pasará a un segundo plano. Al menos, durante 90 minutos.
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DESTINO NORTEAMÉRICA
Palestina nunca ha estado presente en el mayor de los campeonatos a nivel de selecciones, la Copa del Mundo. Hasta la fecha, Asia sólo disponía de 4,5 cupos para el torneo, y con la presencia de grandes selecciones como Japón, Australia, Corea del Sur, Irán, Arabia Saudí, Catar o China, entre otras, se antojaba complejo dar la sorpresa. Sin embargo, con la nueva actualización de la FIFA, se abre un nuevo camino para los palestinos.
A partir de la próxima edición de la Copa del Mundo, la de 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México, participarán 48 equipos, 16 más que hasta ahora. Con esto, se amplía a 8,5 el número de selecciones asiáticas que estarán en el campeonato. Ocho clasificarán seguro y una disputará una repesca contra un país de la CONMEBOL (Sudamérica), OFC (Oceanía) o CAF (África).
En estos instantes, ‘Los leones de Canaán’ son la 16ª mejor selección del continente asiático, según el Ranking FIFA, la 96ª del mundo. Año tras año ha ido creciendo el interés, la inversión y el desarrollo del fútbol en Palestina (sobre todo, en Cisjordania), que actualmente dispone de una de las mejores selecciones desde su creación en 1928. Ésta está formada por grandes jugadores, como Oday Dabbagh, del Charleroi SC belga; Tamer Seyam, tercer máximo goleador histórico del país, del PT Prachuap tailandés; Musab Al-Battat, capitán y Yaser Hamed, ambos del NorthEast United indio.
El seleccionador es el marroquí Makram Dabboub, quien, con voluntad de ayudar a la causa palestina, exigió un salario no especialmente ostentoso para dirigir al equipo nacional. De momento, está cumpliendo con creces.
Física y mentalmente, no estamos preparados.
El periodista deportivo palestino Khalil Jadallah, ambicioso y a la vez realista, no considera descabellada la idea de que la selección se postule como candidata para participar en la próxima edición de la Copa del Mundo: “Con la ampliación de cupos asiáticos para el Mundial, nuestras oportunidades para clasificarnos han aumentado también, pero nos toca jugar los Clasificatorios en muy malas condiciones. Al menos, los dos primeros partidos. Física y mentalmente, no estamos preparados”.
Por su parte, un habitual con la selección, Nicolás Zedán, se muestra más positivo: “Tenemos buenos jugadores. Si jugamos todos los partidos con la victoria en mente, siendo inteligentes frente los rivales más poderosos en Asia y estando todos bien y al 100%, creo que podemos clasificar”.
La andadura de los palestinos en los clasificatorios empezó el pasado jueves 16 de noviembre, cuando se midió al Líbano, con empate a cero. El martes 21 cayeron por la mínima frente a Australia, la selección más fuerte del grupo. En este segundo duelo, ‘Los leones de Canaán’ fueron locales, pero, a causa del conflicto bélico que se está viviendo en el territorio, se disputó en Kuwait, de la misma forma que lo harán todas las citas de Palestina en los próximos meses.
🇦🇺 The Socceroos are yet to concede in Group I as they claim top spot!#AsianQualifiers pic.twitter.com/wAZcrl2JjN
— #AsianCup2023 (@afcasiancup) November 22, 2023
En Asia, la fase clasificatoria es diferente a lo que estamos acostumbrados en Europa. Se divide en cinco fases. La primera, ya celebrada, la disputan las selecciones del continente que albergan los puestos del 27 al 46 del Ranking FIFA. Es una eliminatoria a ida y vuelta y los 10 ganadores se unen a los 26 restantes para la fase 2. Esta etapa es la que comenzará en los próximos días y consiste en una fase de grupos (nueve grupos de cuatro selecciones cada uno), en el que pasan de ronda los dos primeros clasificados. Superar esta fase, además, supone la clasificación automática para la Copa Asia 2027. Palestina comparte el Grupo I con el Líbano, Australia y Bangladesh. Si todo sucede a merced de la lógica, ‘Los leones de Canaán’ deberían pelear por la segunda plaza con el Líbano. Esta fase se alargará hasta junio del próximo 2024.
Durante el siguiente año, los 18 supervivientes disputarán otra fase de liguilla. Esta vez, se dividirán en tres grupos de seis. Los que terminen en las dos primeras posiciones, ya serán equipos mundialistas. El tercero y el cuarto de cada grupo pasan a la fase 4.
En la penúltima de las etapas, se dividen a los seis equipos restantes en dos grupos de tres. Los líderes van al Mundial y los dos segundos clasificados juegan entre ellos en la fase 5 en una eliminatoria de ida y vuelta. El vencedor disputará luego una repesca internacional frente a alguna selección de África, Oceanía o Sudamérica.
HACERSE GRANDE EN ASIA
Mientras se celebran los clasificatorios para el Mundial, los palestinos tienen otro gran reto a principios del próximo 2024. Durante los meses de enero y febrero tendrá lugar en Catar la Copa Asia 2023, la tercera en la que participarán ‘Los leones de Canaán’. En las ediciones anteriores, las dos últimas, no lograron superar la fase de grupos.
Palestina está ubicada en un complejo Grupo C, que comparte con Irán, Emiratos Árabes Unidos y Hong Kong. A octavos de final acceden los dos primeros clasificados de cada grupo y los cuatro mejores terceros (de seis grupos). Por tanto, no es para nada insensato considerar a los palestinos como candidatos a acceder a las rondas del ‘knockout’ y, por tanto, llegar más lejos que nunca en la competición continental.
Nicolás Zedán lo tiene claro: “Estamos todos muy comprometidos -los que juegan, los que no e incluso los que se quedan fuera de algunas convocatorias-. Todos queremos lo mejor siempre para la selección, así que nos dejamos la vida por tratar de llegar lo más lejos posible en todas las competiciones”.
Primero necesitamos estabilidad y carecemos de ella por culpa de la ocupación de Israel.
El periodista Khalil Jadallah, sin embargo, considera que ‘Los leones de Canaán’ aún están muy lejos de las grandes selecciones de Asia, considerando como el mayor hándicap para ello la guerra con Israel: “Falta mucho. Primero necesitamos estabilidad y carecemos de ella por culpa de la ocupación de Israel. Hay constantes dificultades de movimiento y un claro señalamiento a jugadores, entrenadores e incluso instalaciones deportivas. Avanzaremos cuando se reduzcan estas dificultades o -y este es el sueño- cuando, al fin, Palestina sea libre para siempre”.
INTROSPECCIÓN DEL FÚTBOL PALESTINO
Como en prácticamente todos los países del mundo, el fútbol tiene una relevancia abismal en Palestina. No sólo a nivel de entretenimiento, sino también a nivel social. Explica el periodista Khalil Jadallah que, a diferencia de la concepción del deporte que tenemos en Europa y Latinoamérica, allí juegan “por diversión y para ayudar al país a ser libre algún día, para pelear contra la guerra y la destrucción provocada por Israel”.
Clasificarse para el Mundial, relata, se está viviendo de una forma especial en el país, porque está logrando “combatir el sufrimiento de nuestra gente”. Y eso que los palestinos no están acostumbrados a ver a su selección en su territorio, puesto que, a causa de la guerra, no es habitual que ‘Los leones de Canaán’ jueguen como locales en el país musulmán. De hecho, aunque la Federación de Fútbol de Palestina (PFA, por sus siglas en inglés) se fundó en 1928, no fue hasta 80 años más tarde, en el 2008, cuando se celebró el primer duelo de la selección en el país. Fue un amistoso frente a Jordania, país vecino.
A nivel doméstico, se disputan dos competiciones ligueras, una por cada uno de los territorios que forman Palestina: la Franja de Gaza y Cisjordania. La guerra se está cebando especialmente con el primero de ellos e incluso los futbolistas que allí juegan tienen complejo salir de las fronteras de la zona. Por eso es casi inaudito ver a un jugador palestino de la Gaza Strip League en la selección.
Este mismo motivo, además, provoca que el corazón futbolístico de Palestina se ubique en Cisjordania. La West Bank Premier League (WBPL) es la única competición profesional. Allí se cobra mucho más que en la Franja de Gaza. Eso sí, los mejores jugadores de Cisjordania suelen encontrar mejores oportunidades fuera del territorio, especialmente en Jordania y en el este asiático. Los futbolistas destacados de la Franja de Gaza, cuando los exhaustivos controles israelís lo permiten, suelen partir también hacia Jordania o hacia Egipto.
Los equipos más laureados y populares del país son el Hilal Al-Quds Club, Shabab Al-Khalil SC y Taraji Wadi Al-Nes SC (Cisjordania), así como el Shabab Rafah SC y el Khadamat Rafah (Franja de Gaza).
La selección palestina, apodada ‘Los leones del Canaán’, nunca han disputado un trofeo del prestigio de la Copa del Mundo. Sí han estado presentes en las últimas tres ediciones de la Copa Asia (2015, 2019 y la que se disputará en enero del 2024). En su vitrina apenas reposan tres trofeos, una Copa Desafío (2014) y dos Copas Bangabandhu (2018 y 2020).
DE CHILE A PALESTINA, UN TRAYECTO HABITUAL
En la selección palestina se produce una constante algo peculiar. Es habitual ver entre los seleccionados a varios jugadores de procedencia chilena. Sin ir más lejos, ha habido cuatro en las últimas convocatorias: Joaquín Abdala, Nicolás Zedán, Pablo Tamburrini y Jonathan Cantillana. Este acontecimiento tiene una explicación histórica.
Chile dispone en sus fronteras de la mayor comunidad palestina fuera del país, integrada por en torno a medio millón de habitantes. En el pasado siglo se produjeron tres episodios que provocaron una inmigración masiva de nativos al país suramericano: el mandato británico de los años 20 y las guerras de 1948 y 1967.
Imagen principal vía: Agencia EFE.
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