Artículo de opinión sobre las polémicas acaecidas durante las primeras jornadas de test disputados en Catar.
El Campeonato del Mundo de Motociclismo se ha convertido en una competición que siempre mantiene al espectador en vilo porque ofrece unos resultados impredecibles. La gestión de Dorna como promotora del Mundial han permitido la igualdad y la sorpresa en los sucesivos eventos debido a medidas como la electrónica única, el suministrador único de neumáticos o los privilegios a las fábricas más débiles mediante la concesión más test y más motores.
Las efectos de este modelo de gestión se acentuaron durante la temporada de 2020. No obstante, Marc Márquez siempre aparecía como el máximo favorito, ya que había iniciado una dinastía en 2016 que perduró hasta 2019. Fueron unos años en los que llegaba a proclamarse campeón de forma matemáticas meses antes de la finalización del certamen.
El principio del fin
A pesar del enorme dominio del 93, la competencia era feroz para que pudiese mantener su imperio, sobre todo por parte de un Maverick Viñales y un Fabio Quartararo que llevaron al límite al propio Marc. Esta tendencia se mantuvo a principios de 2020 hasta que Márquez sufrió una aparatosa caída en la primera cita del Mundial disputada en el circuito de Jerez-Ángel Nieto.
Aquella caída parecía que iba a ser un cero más, pero se convirtió en un calvario para el catalán hasta el punto de dejarle fuera de la competición durante el año de la pandemia. De este modo, la competición no dejó de alternar ganadores y sobre todo posiciones de podio y de puntos a lo largo de las carreras del calendario improvisado tras el confinamiento.
Cuando la humildad es capaz de ganar
La velocidad era premiada por el piloto que gozaba de un mayor sentido de la regularidad, y ese fue un Joan Mir que se proclamó Campeón del Mundo. De este modo, Suzuki volvió al cetro Mundial tras 20 años de ausencia, demostrando que se puede iniciar un proyecto desde la nada con pilotos sin un palmarés holgado hasta ser campeón.
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— Jorge Lorenzo (@lorenzo99) March 9, 2021
Además, el catalán fue un piloto derrochante de simpatía, demostrando que se puede ganar sin utilizar el veneno de la prepotencia. Al fin y al cabo, uno se juega la vida en cada frenada y, por tanto, la rivalidad hacia el contrincante suele rebajarse. Valentino Rossi y Maverick Viñales fueron conscientes de ello al haber visto pasar sus vidas en milésimas de segundos tras el brutal accidente de Johann Zarco y Franco Morbidelli en Austria.
Por tanto, resulta ofensivo ver cómo todo un Campeón del Mundo del calibre de Jorge Lorenzo lanza ataques a su ex equipo, Yamaha, por la caída de uno de sus pilotos, Cal Crutchlow. Además, Jack Miller le contestó y le pidió respeto, lo que supuso el inicio de la polémica de la vergüenza. A continuación, el ex campeón comenzó a mofarse de la falta de victorias o la carencia de las mismas hacia el propio Miller o Aleix Espargaró.
Queriendo superar polémicas
Es cierto que la polémica otorga más seguidores e interés hacia la marca MotoGP, tal y cómo ocurrió en el famoso enfrentamiento entre Rossi y Márquez en 2015. Sin embargo, resulta inadmisible menospreciar el talento de pilotos que no han podido ganar. Además, se trata de una competición en la que una menos de una décima puede ser la frontera entre el cielo y el infierno.
Por si fuera poco, Jorge es piloto que vio caer su nivel antes de la edad convencional de retirada de un piloto, precisamente condicionado ante el temor a sufrir consecuencias fatales por caídas aparatosas. Esta caída comenzó precisamente cuando se empezó a haber igualdad en la parrilla. Este argumento no tiene que poner en cuestión su talento. No obstante, este argumento podría utilizarlo un demagogo que tenga su mismo modus operandi para atacarle.
Ante este cúmulo de circunstancias, toca no hacer aprecio a los desprecios demagógicos ejercidos por parte de Lorenzo y cualquier otra personas con comportamientos charlatanes. Al fin y al cabo, debemos apreciar la existencia de un certamen lleno de incertidumbre y emoción en el que prima la igualdad de oportunidades. Sin embargo, el morbo suele ganarle a la belleza.
Fuente de la imagen: @FAlex79.
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