El Almería afronta las últimas jornadas ligueras con la necesidad de un milagro para meterse en play-off, pero con el objetivo casi cumplido.
Sigo recordando las sensaciones del verano respecto a la planificación de la plantilla, sensaciones de desconocimiento, que en parte, generaban cierta ilusión. Hablando de recordatorios, esta temporada jamás se podrá borrar de mi cabeza, tampoco la primera jornada frente al Cádiz. Recuerdo haber comentado sobre la presión y las ganas que derrochaba el equipo, anecdóticas teniendo en cuenta las últimas tres temporadas.
Tres temporadas en las que, la permanencia pendió de un hilo en la última jornada de cada una. Podría decirse incluso que, si la justicia operara en el fútbol, el Almería no estaría en el fútbol profesional ahora mismo. A los hechos me remito refiriéndome a un partido frente al Lugo de Francisco. Un encuentro donde el equipo lucense demostró tal dosis de profesionalidad, que sin jugarse nada acorraló y dominó el partido frente a un conjunto que se jugaba absolutamente todo, su historia y su sentimiento.

Volviendo a la presente temporada, la primera jornada mostró la piel de lo que está hecho este Almería: trabajo en equipo, presión fuerte, hambre y ganas de conseguirlo todo. Sin embargo, no toda la afición lo supo ver, numerosas críticas llevaron incluso, a que el entrenador Fran Fernández se borrara de las redes sociales, harto de tanto reproche injustificado. La mejoría no se notó al instante en cuestión de resultados, pero sí de sensaciones, ya que se trataba de un equipo completamente nuevo, donde el único jugador del once titular que estuvo la pasada temporada es René Román.
LaLiga 123 es una competición muy difícil, donde las buenas y las malas rachas son las que determinan la posición final. El conjunto almeriense se hizo con una buena ola que le llevó a pelear por el play-off. Un sueño de características dimensionales, teniendo en cuenta que el objetivo era la permanencia. Actualmente el equipo se sitúa a ocho puntos de la sexta plaza, una plaza complicada de obtener a sabiendas de que solo quedan nueve jornadas por disputar. Puede ser complicado, pero no imposible.
A la UD Almería le quedan cuatro puntos para obtener los cincuenta que deseaba al inicio de temporada. Una vez conseguidos, podrá hablarse de buscar el ascenso, pero nunca podrá decirse que ha sido un fracaso, y mucho menos hablar de que los jugadores no han estado a la altura.
Por: José Antonio González Jiménez
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