La Confederación Brasileña de Fútbol confirma una ligera rotura en el tobillo derecho del jugador.
Después de que Neymar fuera protagonista estos días por ser denunciado por una presunta violación, ayer se confirmó que no está pasando por sus mejores momentos. El brasileño, titular en el amistoso que disputó su selección frente a Qatar, tuvo que ser substituido en el minuto 21 de la primera parte tras que se le doblara el tobillo en una disputa con Assim Madibo. Después de la media parte, abandonó el estadio en muletas y se trasladó a un hospital acompañado, entre otros, de su padre.
El astro de la Canarinha dijo en sus redes sociales antes del encuentro que «hoy tengo uno de los partidos más difíciles de mi carrera, si no el que más (por las circunstancias)». Hasta el momento de la lesión pudimos ver su juego habitual, encarando y buscando el regate, pero poco duró el poder hablar de Ney en el contexto futbolístico. Estará de seis a ocho semanas de baja y no está descartada una nueva cirugía, tras ser operado en marzo de 2018 al sufrir una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho. Con su lesión Brasil pierde su mayor efectivo de cara a la Copa América que se disputará en su casa y ahora Tite deberá reemplazarle en la lista antes del día de hoy. Los nombres que van en cabeza son Lucas Moura, Fabinho y Vinícius.
La pregunta que planteo es la siguiente: ¿se habría lesionado Neymar sin el tema de la violación de por medio? Personalmente creo que no. El caso es muy grave y de bien seguro que con la ansiedad sufrida no estaba preparado psicológicamente para disputar el partido. Cualquier jugador debe estar en el estado óptimo en todas las facetas para jugar al fútbol (alimentación, bienestar personal, descanso…) y si una de ellas falla, el riesgo de lesión crece exponencialmente.
Imagen principal: Diario AS
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