Entre los múltiples y variados trucos del argentino se encuentra el tiro libre directo, una pena máxima para él.
Messi no nos dejará de sorprender. Año tras año, temporada tras temporada, el argentino inventa algo. Una nueva jugada, otro gol «maradoniano», una asistencia imposible… o una ejecución de falta a lo Panenka. La faceta de los tiros libres no era uno de sus puntos fuertes ni principios de su carrera, ni cuando el argentino obtuvo esa responsabilidad con la marcha de Ronaldinho, pero con el paso del tiempo ha mejorado y mucho este apartado. Para que luego digan «el talento de Messi es natural, no ha trabajado para ser lo que es»…
A día de hoy, Leo se ha convertido en un especialista, en un experto. A un nivel tan alto que los entrenadores rivales intentan diseñar algún método para pararle. Habíamos visto barreras superpobladas, jugador tapando el tiro por debajo… y últimamente hemos podido ver como un jugador sale de la barrera para colocarse debajo de los palos para intentar despejar el tiro. Pero al final ninguno de estos intentos de neutralizar el peligro ha resultado efectivo y siempre dependerá de si el argentino está preciso o no; porque si lo está, no importará el antídoto que hayan creado o copiado los entrenadores rivales. Porque el resultado acabará siendo el mismo: el gol. Messi puede colocar el balón a cualquier lado de la red. Y ahí el porqué de que no se pueda parar. Porque él tiene recursos para todo.
Bajo mi punto de vista no hay manera de pararle. Con Superman tiene en común que viene de otro planeta, pero a diferencia de él, Messi no tiene kriptonita que lo debilite. Y esto pasa en las faltas y en todas las demás facetas del juego; si Leo está enchufado es imposible ganarle.
Imagen principal: Estadio
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