
En la temporada 2011/12, Real Madrid y FC Barcelona estuvieron a once metros de protagonizar un duelo legendario en la Champions League
Un clásico entre Real Madrid y FC Barcelona en la final de la Champions es llamativo para cualquier amante del fútbol. Dos de los mejores equipos de todos los tiempos, máximos rivales históricos y, en juego, el título de la mayor competición a nivel de clubes. El caso es que este hecho ha estado cerca de producirse en varias ocasiones. Una de ellas, probablemente la más dolorosa, tuvo lugar en la temporada 2011/12, cuando los penaltis evitaron la final soñada.
Contexto
FC Barcelona y Real Madrid, dirigidos por Pep Guardiola y José Mourinho, eran los dos mejores equipos del momento. Por su parte, el Barcelona venía de ganar su cuarta Champions League con un estilo inigualable. En cuanto al conjunto merengue, esa temporada conquistaron la “Liga de los Récords” con 100 puntos y un fútbol eléctrico y arrollador. Ambos clubes contaban con una plantilla de ensueño. Los culés contaban con figuras como Piqué, Dani Alves, Busquets, Xavi, Iniesta o Pedro. Los madridistas, con Casillas, Ramos, Marcelo, Di María, Ozil y Benzema, no se quedaban atrás.

Sin embargo, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo sobresalían por encima de cualquiera. Eran los mejores futbolistas del planeta tanto por sus cifras históricas como por la superioridad que demostraban sobre el campo. 50 goles para el argentino y 46 para el portugués tan solo en la liga española. Por condiciones y popularidad, ningún jugador en el mundo se acercaba a lo que ellos dos generaban dentro y fuera del campo. Sin duda, un duelo entre los dos mejores equipos y jugadores del mundo era el mejor desenlace posible para la época Mourinho-Guardiola, pues esta fue la última temporada de Pep dirigiendo al Barcelona.
Por suerte o por desgracia, el sorteo de semifinales de la Champions League decidió separar sus caminos, enfrentando a Real Madrid y Bayern Múnich por un lado y a FC Barcelona y Chelsea por el otro. Pese a partir como favoritos, los dos equipos acabaron cayendo en su visita al estadio rival. El conjunto madridista perdió por 2-1 en el Allianz Arena a pesar del tanto convertido por Mesut Özil. Por otro lado, los culés fueron superados en Stamford Bridge gracias al solitario gol de Didier Drogba. La eliminatoria se ponía cuesta arriba para los dos equipos españoles. No obstante, quedaba todo por decidir en la vuelta de los dos encuentros.

Un penalti decisivo
El 24 de abril de 2012 en el Camp Nou tuvo lugar el partido de vuelta entre FC Barcelona y Chelsea. El Barça dominó el encuentro desde que el balón comenzó a rodar. Cerca del descanso, en un lapso de 8 minutos, Busquets e Iniesta pusieron al Barça dos goles por delante, lo que daba momentáneamente al conjunto catalán el pase a la final. Asimismo, John Terry recibió una tarjeta roja, lo que llenaba de esperanza a los aficionados culés. Pese al momento de euforia, Ramires recortó distancias en el descuento de la primera parte con una vaselina impecable, devolviendo la ventaja al Chelsea por el valor de los goles fuera de casa.
La segunda mitad comenzó igual que la primera, con el Barça monopolizando la posesión y amenazando la portería rival. Tanto fue así que Cesc Fábregas provocó un penalti a los dos minutos de juego. Lionel Messi tenía en sus botas la posibilidad de adelantarse de nuevo y acercarse a la final de Múnich. Lamentablemente para él, su disparo se estrelló contra el larguero, dejando el partido completamente abierto. Los minutos pasaban y el marcador no se movía, lo que llevó al equipo de Pep Guardiola a volcarse al ataque. En la última jugada del partido, Ashley Cole robó el balón en su área y lo envió lo más lejos posible. Ahí estaba completamente solo Fernando Torres, quién finalizó una carrera de 50 metros driblando a Víctor Valdés para cerrar definitivamente la eliminatoria.

La fatídica tanda
Un día después, Real Madrid y Bayern Múnich se disputaban en el Santiago Bernabéu la segunda y última plaza para la final de la Champions League. El duelo arrancó de forma inmejorable para los madridistas, que se adelantaron en el minuto 5’ gracias a un penalti lanzado por Cristiano Ronaldo. El portugués aumentó la ventaja al cuarto de hora tras una asistencia de Mesut Özil, poniendo el 3-2 en el global. Cerca del minuto 30’, Arjen Robben empató la eliminatoria desde los once metros tras una infracción en el área. Con la posesión y las ocasiones repartidas entre los dos equipos, el partido acabó yéndose a los penaltis tras 90 minutos sin goles.
El conjunto alemán abrió la tanda de penaltis con gol de un joven David Alaba. El primer lanzador del Real Madrid fue Cristiano Ronaldo, el héroe de la remontada. El luso no pudo batir a Manuel Neuer y, acto seguido, Mario Gómez duplicaba la ventaja. Kaká falló en su lanzamiento, complicando la clasificación. Sin embargo, un heroico Iker Casillas logró detener los penaltis de Kroos y Lahm, llenando de esperanzas a los madridistas. El tanto de Xabi Alonso dejaba a Sergio Ramos con toda la responsabilidad para empatar la tanda, pero el sevillano no aprovechó su oportunidad, enviando el balón por encima del larguero. En el último lanzamiento, a Bastian Schweinsteiger no le tembló el pulso y lo convirtió en gol, lo que daba el pase al Bayern y ponía fin al sueño de ‘La Décima’.

De tenerlo tan cerca a que ninguno de los dos llegase a la final. Cristiano y Messi, los dos mejores del mundo, erraron en el momento decisivo. El destino los hizo caer de la forma más cruel, por penaltis, posponiendo el gran sueño de ver un Clásico en la final de la Champions.
Imagen principal vía: Getty Images.
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