El Real Madrid en un ejercicio d profesionalidad disputó el encuentro en unas condiciones nada favorecedoras y a pesar de ello hizo todo lo posible para intentar ganarlo.
Mucho ha cambiado el fútbol desde hace unas décadas en las que los campos estaban embarrados y balones de color para ser visibles en la nieve donde el juego consistía en meter un balón desde la defensa a la delantera por parte de ambos equipos como si de un frontón se tratara. A día de hoy los terrenos de juego son infinitamente mejores, se ha instaurado el VAR, el portero juega con los pies en su área, la existencia del cuarto árbitro, se protege el juego limpio etc. Entonces, si lo que se pretende es mejorar el espectáculo deportivo, ¿Por qué se apuró la máquina y se hizo lo imposible para disputar el encuentro en Pamplona?
Veamos, las condiciones meteorológicas eran adversas para viajar, siendo conscientes de que el regreso sería imposible. Se estuvo durante el día calentando con lámparas el terreno de juego para deshacer la nieve, y finalmente se disputó un encuentro en el que uno tenía mucho que perder y el otro nada.
Por eso el trabajo realizado fue impecable. Se sacó un punto donde se podía haber perdido en una acción aislada, por lo que el nivel de concentración fue alto. El escenario hizo que la calidad de los jugadores no fuera total, lo que beneficia al rival. Ningún jugador resultó lesionado, que podía haber sido lo más normal, e hicieron lo que pudieron para ganar a riesgo de haber perdido el partido.
El Real Madrid jornada tras jornada disputa “una final de Copa”, es decir, se ve obligado a jugar partidos en los que el rival no intenta ganar, sino no perder (el empate es una victoria). Once jugadores metidos en el área achicando balones alabados por su “extraordinaria” estrategia defensiva. Cualquier equipo de Segunda o Segunda B plantearía un partido así, como vemos en Copa. Y, ¿A quién beneficia esta Liga así?. Esa es la pregunta.
Será por ello que uno de los hombres más inteligentes de este país reclama la Liga Europea, donde jueguen los grandes de tú a tú, donde se vea espectáculo, el resultado tenga su recompensa y los jugadores jueguen cien por cien motivados.
Muchas han sido las ocasiones en que se reclamaba cobrar a todos los equipos los mismos derechos de televisión, pues sin esos equipos el Real Madrid o FC Barcelona no tendrían donde jugar. Pues bien, ahora si lo tienen, y tiemblan las Ligas.
Por lo tanto menos aplaudir el anti-fútbol, el “catenaccio”, y el jugar a no perder, y más reconocer el mérito de los jugadores que quieren ir a ganar, que arriesgan, que dejan ver su calidad haciendo del fútbol un espectáculo, porque si no al final lo que se conseguirá será volver a los años del pelotazo, juego largo y resultado sin goles.
Foto principal vía: Osasuna
Artículo Realizado por: Pablo Pascual Cáceres
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