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Las reconversiones más exitosas del mundo del fútbol

Existen casos en los que la arriesgada decisión de cambiar a un jugador de posición da sus frutos, y el rendimiento individual de este se dispara.

Existen casos en los que la arriesgada decisión de cambiar a un jugador de posición da sus frutos, y el rendimiento individual de este se dispara.

Es bastante común ver a jugadores retirarse desde el mismo puesto en el que debutaron. Debido a haberse formado en una posición concreta en las categorías inferiores, los futbolistas suelen rehuir a abandonarla. No obstante, a veces las necesidades de la plantilla o los pensamientos de un entrenador conducen a este cambio.

Mientras que los cerrados fracasan, los polivalentes cumplen, pero hay un selecto grupo de jugadores que va más allá de esto. Estos despuntan de forma escandalosa en cuánto se les asocia un nuevo rol dentro del campo. En el día de hoy, vamos a hacer un repaso de algunos de los jugadores que dieron un salto de calidad después de abandonar su posición habitual.


Gareth Bale

La evolución natural de los futbolistas conduce a ir retrasando su posición con el paso de los años. Pues bien, el caso de Gareth Bale fue completamente a la inversa. El galés comenzó sus andaduras en la élite de la mano del Southampton.

En el club inglés ya lucía una increíble zancada jugando como lateral izquierdo. Sus grandes actuaciones le llevaron a ser fichado por el Tottenham, dónde desarrolló una gran potencia física que le sirvió para ir adelantando posiciones progresivamente hasta convertirse en la máxima referencia ofensiva del equipo. Finalmente, en 2010 jugó su primer partido como extremo, siendo dirigido por Harry Redknapp.

Este cambio provocó una explosión en el juego de Bale, que comenzó a ser considerado como uno de los mejores atacantes del mundo. Florentino Pérez puso su mirada en él, y el resto es historia.

Gareth Bale con Harry Redknapp, Getty Images

Andrea Pirlo

El actual entrenador de la Sampdoria fue hace no mucho uno de los mejores centrocampistas del mundo. Se destacó como un volante organizador de excelente trato de balón, sutileza en los pases y gran lectura de juego. No obstante, en sus inicios en el «Calcio», el italiano no fue sino un mediapunta.

En 2001, y jugando en calidad de cedido en el Brescia, Carlo Mazzone decidió ubicarle por delante de los centrales para otorgarle más minutos. Una grave lesión le privó de acabar esa temporada, y en verano de ese mismo año fue traspasado al AC Milan.

Vistiendo los colores «rossoneri», y bajo las órdenes de Carlo Ancelotti, Pirlo terminó de acomodarse en la base de la medular. A partir de entonces, su juego evolucionó y se transformó hasta lo que a día de hoy recordamos de él.

Andrea Pirlo con Roberto Baggio en el Brescia, Getty Images

Sergio Ramos

El camero se ha ganado a pulso el ser reconocido como uno de los mejores defensores, ya no de la década, sino de la historia. Sus primeros pasos en este mundo fueron pegado a la banda, jugando como lateral derecho.

Tras varios años a buen nivel, y debido principalmente a una lesión de Ricardo Carvalho, José Mourinho optó por probarlo en la zaga central. En su nueva demarcación destacó de inmediato, y el entrenador luso no dudó en mantenerlo ahí de forma permanente.

Como central, Ramos no vio mermado su potencial ofensivo, y se convirtió en uno de los defensores más completos del mundo.

Sergio Ramos en su última temporada como lateral, Getty Images

Frank Rijkaard

Recordado por sus éxitos en el Milan y en la selección neerlandesa, Frank Rijkaard fue un centrocampista dotado técnicamente y físicamente. Un todoterreno de los pies a la cabeza. Ahora bien, lejos de esta descripción, el canterano del Ajax vivió sus primeros años como futbolista desde la zaga central.

En verano de 1988, el Milan llamó a la puerta de las oficinas del tetracampeón europeo para interesarse por el neerlandés, quién estaba siendo una de las piezas fundamentales de Países Bajos en una Eurocopa que acabarían por ganar. Con su llegada al club italiano, Arrigo Sacchi no dudó en reconvertirlo a mediocentro. Rijkaard se adaptó a las mil maravillas a su nueva demarcación, en la que vivió los mejores años de su carrera.

Junto a Ruud Gullit y Marco van Basten, formó un tridente letal que arrasó Europa a finales de los 80’s y principios de los 90’s.

Frank Rijkaard con Arrigo Sacchi, Getty Images

Indudablemente, a lo largo de la historia del deporte rey han habido muchos ejemplos de reconversiones exitosas, como son los casos de Beckenbauer, Maldini, Griezmann o Zanetti entre otros.

Pero no mentimos si decimos que experimentar una mejoría tan exponencial como la que tuvieron los previamente mencionados es algo muy complicado. Pasar de cero a cien en cuestión de partidos es algo al alcance de muy pocos.

 

Imagen principal vía: Photo by Ian Walton/Getty Images

Por: Jorge Sobreviela Pacho

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