Hansi Flick ha ganado los siete partidos en los que se ha sentado en el banquillo de la selección, y persigue el récord de doce victorias consecutivas en 1979 y 1980.
La selección alemana se ha clasificado para el Mundial por la puerta grande, ganando sus últimos siete partidos y con un buen juego a nivel ofensivo, que se ha traducido en goleadas a sus rivales, si bien es cierto que la mayoría eran bastante inferiores a ella.
Hansi Flick le ha cambiado la cara a una selección que se encontraba en estado plano tanto físico como mental, y que se llegó a temer que tuviera problemas para clasificarse. El ex del Bayern ha introducido sus métodos tácticos y técnicos y hoy la selección es reconocible al estilo de juego que practican la mayoría de los equipos de la Bundesliga, y logrando sacar la mejor versión de algunos jugadores, que hasta no hace mucho estaban puestos en cuestión.
Esta selección recuerda, como no podía ser de otra forma, a su Bayern con pequeñas variaciones tácticas al no disponer de los mismos jugadores, en especial de un delantero centro al uso y de la calidad del polaco Lewandowski. Ahora la selección presiona más arriba, en especial tras pérdida dificultando la salida del balón del rival y penalizando sus pérdidas de balón, se prioriza el juego por bandas, y la velocidad en los pases, así como la importancia de generar acciones ofensivas.
La falta de un delantero centro la ha suplido Flick con la utilización de un Kai Havertz como falso nueve, recuperando a ese jugador que brilló en el Leverkusen, indetectable entre líneas y con sutil toque de balón, incluso ha conseguido una versión mejorada de Timo Werner quien no pasa por sus mejores momentos en el Chelsea. Las bandas están bien cubiertas por los jugadores del Bayern Leroy Sané y Serg Gnabry bien respaldados en el banquillo por hombres como Ridley Baku e interesante la reubicación de Ricahrd Hofmann como carrilero largo por la derecha.
El centro del campo es propiedad de Joshua Kimmich y Leon Goretzka, si bien está recuperando a Florian Neuhaus y a Ilkay Gündogan, y pueden mejorar prestaciones con Marco Reus y Florian Wirtz. La única parte débil es la defensiva, sigue sufriendo ocasiones de gol claras incluso contra rivales muy inferiores, lo que le puede penalizar frente a rivales de mayor entidad. Es algo a mejorar, y Flick está en ello por lo que se trasluce en sus declaraciones post partido.
Mejorando este detalle, puede decirse que Alemania está de vuelta para competir por el Mundial de Qatar.
Imagen destacada vía: Federación Alemana.
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