El jugador del Extremadura y canterano sevillista José Antonio Reyes Calderón ha fallecido esta madrugada en un accidente de tráfico.
Su vida fue a toda prisa. No tenía un minuto que perder. Una de las joyas más importantes y destacadas que ha dado la cantera sevillista se ha ido a los 35 años en un accidente de tráfico. Nos despertamos con la noticia triste y muy trágica de la muerte de José Antonio Reyes.
Su zurda empezó a maravillar desde temprana edad por la ciudad deportiva del Sevilla. Tanto fue así que a los 16 años ya estaba debutando con el Sevilla FC, y enamorando por la banda del Sánchez Pizjuán. Cada regate, cada eslalon, cada metro recorrido nos hacía ver que estábamos ante un futbolista único y diferente.
Y fue así, estaba predestinado a triunfar. Y lo hizo. En el mercado de invierno de la temporada 2003-2004 fue traspasado al Arsenal. Cambiaba el rojo nervionense por el gunner. Unos 30 millones de euros dejaba en las arcas, que ayudaban a construir aquel Sevilla campeón. La afición veía como se iba uno de sus ídolos.
En Inglaterra hizo un primer año espectacular. Titular indiscutible para Wenger conseguiría la Premier League, siendo así el primer jugador español en conseguirlo en la historia. Aquel año con un Arsenal imbatido en la liga inglesa, deleitaba con sus pases y velocidad por la banda del ya derribado Highbury Park.
Su carrera fue tocada con una varita mágica, y de prisa, todo muy deprisa. Tal fue así que en 2006 acabó cedido en el Real Madrid. En una remontada espectacular en la liga, fue el artífice de los dos goles que harían al equipo blanco campeón en la última jornada de su 30ª liga.
Un año más tarde vestiría los colores del eterno rival, el Atlético de Madrid. No todo fue bonito por la ribera del Manzanares. Reyes no fue recibido todo lo bien que se esperaba, por su reciente pasado blanco. Su paso por el equipo rojiblanco no fue ni mucho menos fructuoso, y un papel muy discreto y sus desavenencias con la grada colchonera fueron lo más destacado.
Ante esta situación el equipo decidió cederlo un año al Benfica, donde conseguiría una copa de la liga portuguesa, de la mano de Quique Sánchez Flores. Volvió al Atlético y de nuevo lo dirigió Sánchez Flores, que sacó de él todo su potencial, para convertirlo en una pieza importante en el esquema. Se reconcilió con la grada, y logró alzar su primera Europa League, y la posterior Supercopa de Europa.
En varios años titubeantes volvió a su Sevilla, y allí pudo alzar como capitán otra Europa League. Pero Reyes ya no era el de siempre. Los años empezaban a notarse y mantener el nivel en un Sevilla de Champions se le antojaba muy difícil. Cumplido el sueño de ser campeón con su equipo de toda la vida, pasó por varios conjuntos de segundo nivel. Hasta que, en la noche del 1 de junio, su vida se apagó para siempre. Actualmente militaba en el Extremadura, y la pérdida ha sido un golpe duro para la ciudad extremeña y para toda Sevilla.
Pocas zurdas se vieron con esa clase y esa elegancia por los terrenos de juego. Reyes era electrizante, diferente, vertical, incesante. Te hacía daño, sabía cuándo asestar ese golpe. Era un jugador de fútbol muy técnico, y lo demostraba cada vez que podía.
La familia sevillista hoy está de luto. La noticia ha caído como un jarro de agua fría. Se ha ido un icono, uno de los jugadores más queridos, un emblema. Un trozo del escudo del Sevilla, un jugador que ayudó a construir aquel Sevilla campeón. Arriba seguro que le espera Antonio. Dos zurdos que harán de las suyas por el cielo. Volverán locos a todos los ángeles. Pelota para arriba y pelota para abajo, allí se están montando un buen equipo, y seguirá disfrutando de lo que más le gustaba; el fútbol. Aquí abajo, en cambio José Antonio se te echará de menos. Descansa en Paz.
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