El Atlético de Madrid ha cosechado una buena temporada porque ha cumplido con la exigencia real de quedar tercero en Liga y competir en Champions.
Después de una semana de reflexión, he llegado a la conclusión de que la temporada 2019-2020 del Atlético de Madrid ha sido buena. Ni suficiente ni notable, buena. Ni tampoco ha sido mala como muchos, la mayoría periodistas y aficionados, dicen de manera irreal. Una exigencia irreal. ¿Le estamos exigiendo al Atlético de Madrid que gane la Champions, la Liga y la Copa? ¿O es que tenéis ganas de quitaros de una vez por todas al Cholo Simeone? A nadie hay que exigirle que gane la Champions, ni siquiera al PSG de los 1.000 millones de euros, sino hay que exigirle que compita.
¿El Atlético no ha competido en Champions? Eliminó al vigente campeón, al que le metió 4 goles al Barcelona, al que le saco 20 puntos al Manchester City en la Premier. Y por un desafortunado rebote a falta de dos minutos para la conclusión del partido, no llego a una prorroga que tenia toda la pinta que se iba a llevar para acceder a las semifinales. Mejor o peor juego, un detalle no permitió que el Atlético estuviera entre los 4 mejores equipos de Europa. Pero si ha estado entre los 8 mejores, algo que no pueden presumir clubes como el Madrid y la Juventus, y encima eliminando al campeón y no, con todo el respeto del mundo, al Napolés. El Atlético compitió en Champions, que es lo que le exigía el club. El Atlético no ganó la Champions, que es lo que la prensa exigía de manera irreal.
Lo que hay que exigirle al Atlético de Madrid es que en la Liga quede entre los cuatro primeros, y que después compita, que no es ganar si o si, en la Champions. El Atlético tiene el tercer presupuesto más alto de la Liga, entonces hay que exigirle que quede tercero y que trabaje para llegar al segundo puesto o liderato. Y es que el Atlético lleva ocho años consecutivos cumpliendo con la exigencia real, incluso sobrepasándola varias años al ganar la Liga y quedar por delante del Real Madrid, que les dobla en presupuesto.
El Sevilla, cuando empezaba la era Simeone, venia de ganar Uefas y competir por Ligas, pero no ha logrado mantenerse siempre entre los cuatro primeros. Ha tenido sus años malos, temporadas en las que ni entraba en puestos de Europa League. Fíjense en el Tottenham, finalista de la pasada edición de la Champions y miren donde está ahora: sufriendo de lo lindo para entrar en Europa. El Atlético perdió dos finales de Champions ante su eterno rival, y ahí sigue, entre los mejores. Lo difícil no es llegar, sino llegar y mantenerse en lo más alto. Y el Atlético se ha mantenido y se mantiene entre los tres mejores equipos de España y los 8 de Europa.
Amigos, que en la última década el Atlético ha disputado dos finales de la Champions con un balance de inversión de 73 millones de euros. Mientras que PSG y City han invertido 820 y 1075 millones de euros respectivamente, y entre ambos no llegan a dos finales de Champions disputadas. Que el dinero ayuda, pero tampoco te garantiza llegar y mantenerte, y sí el saber administrar y sacar el mayor rendimiento de los recursos disponibles, como Simeone en el Atleti.
En un año de transición pues, cuando se te van leyendas como Godin, Juanfran, Filipe Luis, Gabi y Fernando Torres, y campeones del mundo como Griezmann y Lucas Hernández, es un año de transición, el Atlético quedo 3º en Liga y llego empatado al minuto 88 de los cuartos de la Champions. El único ‘pero’ es la Copa del Rey, que es lo que le impide llegar al notable. En esta próxima temporada, con un Joao Félix más adaptado, y con la columna vertebral del equipo en la mejor edad futbolística posible, la exigencia real para esta plantilla será la de quedar entre los cuatro primeros en Liga y competir en la Champions y Copa. Pedir otra cosa seria una exigencia irreal. Ya el trabajo los llevara a dar un paso más en el nivel de exigencia real.
Imagen principal vía: Atlético de Madrid.
Síganme en @franyako y sigan toda la información y actualidad deportiva en @VIP_Deportivo, en nuestro Facebook: VIP Deportivo e Instagram: @vp_deportivo.
