Después de su expulsión en el Camp Nou por insultar al árbitro, el delantero hispano-brasileño estará sin jugar ocho partidos.
El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol ha sancionado a Diego Costa con ocho partidos. Cuatro por insultar a Gil Manzano y otros cuatro por agarrarle del brazo. Algunos ahora se cuestionan si la sanción es merecida, exagerada o excesiva. Otros también se han puesto a comparar al delantero con otros jugadores parecidos a él en el aspecto de la queja y protesta sobre el colegiado. Si bien es cierto que hay muchos jugadores que insultan o faltan al respeto al árbitro, nada justifica lo del hispano-brasileño. La sanción es merecida, sí, pero deben castigar a todos por igual. Es demasiado habitual que los jugadores sobrepasen el límite. Algunos salen castigados y otros se libran, seguramente porque la falta de respeto se produce a varios metros y no en la cara del juez.
Si los árbitros no han escuchado nada, la solución debe pasar con que el comité entre de oficio. Con todas las cámaras que hay, se capta todo lo que sucede en el terreno de juego. A partir de ahí, se les debe sancionar a todos. Se debe dar ejemplo, sobretodo para los más pequeños. Porque yo, como entrenador de fútbol base, tengo vivencias en las que jugadores insultan al árbitro, se creen superiores a él. Algunos expulsan al jugador y otros hacen oídos sordos. Más sanciones como la de Diego Costa para detener esto. Recordemos que el fútbol es deporte, por favor.
Imagen principal: 20minutos
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