Elvira Sastre hace a través de su novela «Días sin ti», un emocionante análisis del amor a través del tiempo y en todas sus formas.
Tras alzarse con el Premio Biblioteca Breve 2019, Seix Barral publicaba la novela de Elvira Sastre, «Días sin ti». Esta obra es el salto de la poeta a un género distinto, pero en el que también cabe la poesía en cada página.
La historia de «Días sin ti» es una de esas que consigue atraparte desde el principio, aquella que te reconecta con tus raíces y te hace valorarlas aún más. Un amor del pasado que traspasa las barreras del tiempo y nos hace darnos cuenta de que aunque la vida haya cambiado, la forma de sentir siempre será la misma.
Dora y Gael, abuela y nieto, cómplices. Ambos comparten sus sentimientos a pesar de sus tantos años de diferencia, y la enseñanza que Gael obtiene de la experiencia de su abuela es un regalo de un valor incalculable.
Dos historias conectadas a través del tiempo, pero con un desenlace distinto. La muerte en el caso del amor de Dora, y el miedo, en la situación que atraviesa Gael. Sin embargo, el entendimiento llega cuando los sentimientos hablan, y ambos comprenden que todos comprendemos el amor de formas diferentes, pero lo sentimos de la misma manera.
«Hay momentos en los que la vida te coloca en una situación compleja: escoger entre lo que puede hacerte feliz y lo que quieres que te haga feliz»
Dora nos transporta a los tiempos de la República, una época en la que ella era maestra y en la que gracias a su trabajo, conoció al amor de su vida. Así comenzaba un amor prohibido al que pondría final la muerte, pero al que todo ello, haría eterno.
Gael escucha atentamente las enseñanzas de su abuela y las traslada a su propia historia. Una en la que el miedo gana al amor y que tiene como resultado un corazón roto. Un amor de nuestros días, aquel que se cree repleto de motivos para terminar, pero no encuentra una razón real de peso para hacerlo.
Una abuela y su nieto, que a través de su historia nos cuentan la nuestra propia. Nos abren los ojos y nos hacen comprender que la sociedad ha avanzado, los tiempos son distintos y las relaciones también. Pero también nos enseñan que los sentimientos son inmutables y eso es algo que no cambiará nunca.
Imagen Principal: Twitter Elvira Sastre.
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