
El Real Madrid necesitaba la victoria para mantener el liderato y el Espanyol para no hundirse casi definitivamente. Un partido insulso, pero cómodo sirvió a los blancos para seguir líderes.
El Barcelona había empatado y los rivales directos de los pericos habían perdido. Era la oportunidad de dar un golpe en la mesa al liderato para el Madrid y de no descolgarse de las opciones de salvación para el Espanyol. Con los onces ya se podía apreciar lo que quería cada entrenador y cada conjunto. Ambos eran muy ofensivos, pero distintos. El equipo de Rufete optó por un 4-4-2. En la portería, Diego López. La línea de cuatro formada por Víctor Gómez, Bernardo, Cabrera y Didac Vilá. La pareja de centrales típica que usaba Abelardo, la que más consistencia les da. Dos laterales ofensivos, que les permitían rotar y ser profundos.
La línea de creación estaba formada por un doble pivote y dos extremos. Marc Roca y David López conforman el centro del campo. Algo que les hará plantar un bloque sólido y defensivo. Como extremos actuaron Adri Embarba y Sergi Darder. El ex del Rayo aportaría al equipo velocidad y desborde. En cambio, Darder representa la calidad, y en banda se pierde su talento. En la punta del ataque estarían dos delanteros de perfiles totalmente opuestos. Raúl De Tomás para bajar balones, apoyar e ir a recibir. Además, de con su calidad tener mucho peligro para el área rival. Wu Lei, aporta algo que le falta en cierta medida a RDT, la velocidad.
Por su parte, Zidane planteó una alineación muy diferente. Menos ofensiva que la del Mallorca, pero ofensiva también. Esta vez colocó un 4-4-2. En la portería Courtois. Una línea defensiva compuesta por Carvajal, Ramos, Varane y Marcelo. Sin novedades en la faceta defensiva, la única la rotación típica de Mendy y Marcelo. Esta vez entró el brasileño para aportar más en la faceta ofensiva con su calidad. Con la línea de mediocampo tan poblada del Espanyol, Zidane hizo el mismo. Pero el 4-4-2 del Madrid era en forma de rombo. Como pivote sosteniendo el equipo estaría Casemiro. De interiores le acompañarían Kroos y Fede Valverde. El alemán para distribuir juego y el uruguayo para eso y ayudar en labores defensivas.
Como vértice más ofensivo del rombo estaría Isco. El malagueño volvió al once como mediapunta para transmitir juego a los de arriba. Benzema es un fijo en la delantera y Hazard sería su acompañante. El belga no está teniendo buenas actuaciones. Pasa desapercibido. El francés a lo suyo, a un nivel espectacular. Volvió Casemiro y eso se notó en cuanto a equilibrio, pero al no tener extremos el equipo no supo entrar por dentro. El Madrid no jugó a nada, pero tampoco sufrió excesivamente en defensa.
Los dos planteamientos estaban claros. El Espanyol entregó el balón al Madrid. Los blancos con el dominio total de la posesión, esto favorecido por el rombo que puso Zidane. Isco muy participativo. Mucho balón, pero poco peligro madridista. Las ocasiones las tenía Casemiro y todas se iban fuera. El Espanyol, replegado, junto y esperando las contras con la velocidad de Wu Lei y Embarba. Un Madrid con físico pero sin ideas… Basado en individualidades, Benzema la tuvo y la saco bien Diego López. Transiciones muy lentas, falta la chispa de Vinicius arriba.
Este juego lento y aburrido cambió cuando el Madrid se dio cuenta de donde estaba el agujero perico. En los balones largos a la espalda de la defensa. Así los vikingos tuvieron una cuádruple ocasión y llegó el gol. En apenas cuatro toques, Kross manda un balón largo, Ramos la peina y Benzema hace una delicatessen en forma de asistencia de tacón para que Casemiro marque a placer. El Madrid iba por delante y ya estaba tranquilo. El Espanyol tuvo ocasiones y mejoró, pero sigue sin gol.
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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) June 29, 2020
El 1-0 en el marcador hizo que el Madrid siguiera en la misma línea. Control del balón total ante un Espanyol que apenas presionaba. Se veía muy cansados a los de Rufete. Además, a un Madrid muy bien de físico, pero con poco juego. El único que creaba algo era Isco en la mediapunta. Hazard y Fede Valverde desaparecidos. Zidane dio entrada a Vinicius y Rodrigo. Con esto buscaba hacer más ancho el equipo y matar el partido por las bandas. Sin embargo, con ello perdió lo poco que tenía: el control del balón. Así, se creó un partido roto. De un lado para otro, con pocas ocasiones y menos juego.
Si el del Mallorca fue un partido malo del Madrid, este no se queda atrás. No supo ampliar la ventaja, pero si no fuera un equipo de la parte de abajo de la tabla y… otra cosa hubiera pasado. El Real Madrid mantiene el liderato con dos puntos de ventaja sobre el Barcelona. El Espanyol con esta derrota se queda último con 24 puntos, cada vez más lejos de la salvación a falta de seis jornadas para el final.
Imagen principal vía: Real Madrid
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