La primera normativa del fútbol nació el 26 de octubre de 1863 en Inglaterra bajo el nombre de Football Association.
Los deportes antecesores al fútbol estaban caracterizados por la violencia que aplicaban sus participantes. Donde más polémica suscitaba la dureza del juego era en las islas británicas. Las prohibiciones ocasionaron que el deporte se minimizara a solo ser ejercitado en universidades y colegios. Lejos de ser un inconveniente, esto ayudó para que la rudimentaria dinámica de golpear una vejiga de cuero pudiera evolucionar y así otorgarle ciertas normas y orden a la práctica.
¿Fútbol o Rugby?
Se debía instaurar algo de sentido a ese caótico deporte que era una mezcla entre fútbol y rugby. Daba igual si llevabas el balón con la mano o con el pie o si para zafarte de los contrarios metías codazos y patadas, en este caso el fin sí justificaba los hechos. Y es que aquí puede surgir una pregunta, como es posible que pudieran agarrar el balón con las manos y que este deporte fuera el antecesor al fútbol. Según apuntan varias fuentes, usar las manos no era legal, pero se utilizaba con frecuencia ya que no había una norma escrita que lo prohibiera realmente. De no ser así, hoy en día no existiría la figura del portero, último eslabón de esta época.
Muy famosa es la leyenda del posible origen del rugby cuando en 1823 el estudiante William Webb Ellis en un acto de rebeldía salió corriendo con el balón entre las manos. No se sabe a ciencia cierta si se trata de un mito agrandado con el tiempo o si de verdad aquí nació el rugby. El caso es que su colegio, el Old Rugbeian Society decidió colgar una placa conmemorativa a su nombre en 1900 y en 1987 se bautizó al mundial de rugby como Copa Webb Ellis.
El fútbol y el rugby fueron un mismo pilar hasta que no se reglamentó oficialmente, distintos colegios y estudiantes practicaban versiones distintas, así podíamos ver a elegantes británicos envueltos en barro y violencia. Para ello el escritor francés Jean Giradoux dio una brillante definición: «El rugby es un deporte de brutos jugado por caballeros y el fútbol un deporte de caballeros jugado por brutos».
Entre barriles de cerveza
Dicha reglamentación llegaría en 1863, fecha oficial del nacimiento del fútbol. El 26 de octubre de 1863 once delegados y un comité de cuatro miembros representantes de las escuelas más prestigiosas de fútbol se reunieron en el Freemason’s Tavern de Londres, taberna situada en el centro londinense donde dieron lugar hasta seis reuniones para acordar un reglamento. Ponerse de acuerdo parecía utópico ya que había muchas discrepancias en lo que se podía hacer y en lo que no.
Al final se impuso la mayoría frente a los partidarios del rugby que apenas querían restricciones y así se creó el primer reglamento el 10 de noviembre para terminarse de oficializar el 8 de diciembre. A partir de este momento los caminos de rugby y fútbol se separaron para siempre, por un lado, se constituyó la Football Association y por otro el Football Rugby. Al principio los jugadores se llamaban a ellos mismos associaters, pero el nombre quedaba muy largo, así que dentro del campo lo abreviaban a soccer. Estados Unidos adoptó este más tarde pero el origen de la palabra también es inglés.
Dicho reglamento estaba basado en lo que años antes había creado la escuela de Cambridge en 1948. Una serie de normas llamadas el Código Cambridge que sirvieron para tomarlas de referencia y así generar las famosas 13 reglas del fútbol, base del reglamento actual. Otras influencias como las del colegio de Eton en 1941 o las del Sheffield, club más antiguo de la historia fundado en 1957, contribuyeron en la creación de la FA. De hecho, el primer partido de la historia del fútbol en 1860 entre Sheffield y Hallam se jugó bajo las reglas de Sheffield.
El fuera de juego otorgó inteligencia a un deporte de animales que tuvo que apelar al fair play para concienciar de que no todo vale a la hora de ganar.
El caos del offside
De todas ellas la que más importancia ha tenido es la del fuera de juego llegando a condicionar toda la historia de este deporte, muchos dicen que el fuera de juego es un castigo. Pero la realidad es que en un deporte donde se primaba el desorden, esta ley fue vital para poder otorgar lógica al juego y que no fuera un simple barullo de jugadores colgados de una portería peleándose por rematar una pelota. Cuando alguien os pregunte que es el fuera de juego no caigáis en las típicas definiciones técnicas que ni si quiera nosotros somos capaces de asimilar.
Quién lo pregunta solo desea saber para que se utiliza y es tan fácil como responderle «para evitar el descontrol». Y esta es la realidad, el fuera de juego otorgó inteligencia a un deporte de animales que tuvo que apelar al fair play para concienciar de que no todo vale a la hora de ganar, excluyendo patadas y añadiendo el offside. La norma exacta decía: «Un jugador está en posición de fuera de juego si se encuentra más cerca de la línea de meta contraria que el balón».
A día de hoy sigue siendo igual, aunque con varias modificaciones y excepciones. Al inicio esto fue tomado al pie de la letra y en los tres primeros años ningún jugador podía recibir el balón si este se encontraba por delante de la bola, es decir, solo se permitían hacer pases hacia atrás para no caer en fuera de juego. Esto evidentemente lastró el espectáculo inicial pues era sumamente complicado marcar goles de esta manera. El estilo de juego se reducía al anterior dribbling game donde cada jugador tenía que conducir la pelota individualmente sin casi poder apoyarse en los compañeros.
Sin goles no hay amores
Víctima del fuera de juego fue el primer partido internacional de la historia que enfrentó a Inglaterra y Escocia en 1872 con un aburrido 0-0 en el marcador, pese a que el diario The Bell is life dijo algo muy diferente: «Una espléndida muestra del fútbol en el sentido científico del término, y el esfuerzo muy decidido por parte de los representantes de ambas nacionalidades para superar unos a otros».
Se debía buscar otra solución para que no todos los encuentros terminaran con resultados tan escuetos, pues la gente que asistía a los campos buscaba emoción, buscaba gol. Así es como en 1886 se modificó, un jugador podía estar por delante de la pelota siempre que tuviera al menos tres rivales entre él y la portería.
Esto fue clave, el fuera de juego ya no lo marcaba el balón si no un jugador, el segundo más atrasado. De esta forma los equipos comenzaron a imponer más el juego de pases. El número de partidos, competiciones y clubes fue creciendo cada vez más. El fútbol había nacido y recién estaba aprendiendo a gatear.
Imagen principal vía: Foto de William Heysmann/Getty Images.
Getty Images
Por: Kevin Chin Galindo
Síganme en @Keviinn_gc y sigan toda la información y actualidad deportiva en @VIP_Deportivo, en nuestro Facebook: Vip Deportivo e Instagram: @vp_deportivo.
Descubre más desde VIP Deportivo
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.