El Madrid como una Ferrari
El Real Madrid funcionó durante esta temporada como un coche de alta gama. Uno de esos coches de lujo que cuentan con diversos accesorios que lo ubican dentro de la élite automovilística. El equipo blanco es eso, una máquina donde cada engranaje hace girar al siguiente. Lo que asemeja a uno de estos coches con el Real Madrid es que ambos cuentan con un grupo que personas que diseñan al milímetro todos sus movimientos. El encargado de esto en el Madrid es Pablo Laso, quien trazó un equipo lleno de variantes que llegó a la cima de Europa.
Francotiradores que también disparan de cerca
El conjunto merengue supo aprovechar a sus tiradores de élite mediante sistemas que permitieron un gran abanico de posibilidades. Estos esquemas aumentaron la eficacia de los tiradores y también los transformaron en creadores de juego. En las salidas de bloqueos indirectos, los jugadores lograron ver más allá de un tiro exterior y explotaron los espacios bajo el aro, que se formaban debido a las largas ayudas que se veían obligados a realizar los pivotes contrarios. Aquí fue donde supieron brillar principalmente Ayón y Tavares. Ambos se mostraron siempre de cara al balón luego de realizar los bloqueos, dotando de variantes al ataque blanco.
Los más rápidos del condado
Otra característica de este equipo fue el alto ritmo de juego que desarrolló, algo que parece difícil contando con jugadores como Felipe o Eddy Tavares. Estos jugadores supieron aprovechar la velocidad de sus compañeros en los contraataques para llegar de trailer. El principal promotor de los puntos en transición fue Campazzo, que con su velocidad supo generar muchas oportunidades de canastas fáciles. Otra pieza clave fue Jeff Taylor, muchas veces encuadrado como jugador defensivo, que le dio al equipo la variante de finalizar en transición o abrirse a las esquinas, donde tiene un tiro confiable. Los blancos, sin embargo, no se olvidaron de correr para atrás. Además de ser un equipo de muchos contraataques, ejecutan muy bien el balance defensivo, lo cual les permite mantener siempre su ritmo de juego.

Superioridad por fuera para dominar por dentro
Tener a jugadores imponentes en la pintura suele ser una ventaja que con frecuencia los equipos no suelen maximizar debido a los 2 vs. 1 en el poste bajo y a la masificación de gente en la zona. El Madrid tuvo aquí un plus importante. Durante muchos minutos jugó con un solo hombre en la pintura y los otros cuatro abiertos. En estas situaciones ejercieron de ala-pivot jugadores como Thompkins, Mačiulis o hasta el propio Dončić. Los dos primeros fueron una amenaza con el tiro exterior. Esto hizo que sus defensores tuvieran que salir de la zona dejando más espacio a jugadores como Ayón, Tavares o Felipe Reyes. En los minutos en que Dončić ejerció de falso “4” se encontró en constante ventaja desde su 1 vs. 1, lo cual obligó a su rival a realizar ayudas muy largas para frenarlo, que el Madrid castigó gracias a su excelente circulación de balón.
La ambición del campeón
Hace algunas semanas escribí que la longitud de la plantilla del Madrid era uno de sus fuertes; pero a su largo equipo le suma jugadores de perfiles muy variados que se mezclan a la perfección. Este coche de lujo sigue agregando complementos a su diseño, aunque si algo está claro, es que le queda mucho para llegar a su acelerón final.
Por Joaquín Bacigalupo
Imágenes: web del Real Madrid