El Liverpool ha perdido el liderato tras el juego irregular desprendido las últimas semanas, empatando a 0 contra el Everton en el derbi de Merseyside.
El conjunto red, que iba bien encaminado para ganar la Premier League, ha bajado a la segunda posición. Ha empatado 4 de los últimos 6 partidos, lo que ha permitido al Manchester City arrebatarle el liderato. El conjunto de Pep Guardiola, el City, ha ganado sus últimos 5 partidos, recortándole así 6 puntos.

El juego del Liverpool se está viendo mermado por la acumulación de partidos que está teniendo ahora. El poco tiempo de descanso, entre otras cosas, es uno de los factores claves que disminuye la fluidez de juego de un equipo.
A pesar de que el conjunto de Jürgen Klopp ha hecho un buen partido, le faltó puntería. Es curioso que este año estando en mejor situación, la delantera esté peor que la anterior campaña. Vemos así un Mohamed Salah un tanto distinto, con menos protagonismo. Lo mismo ocurre con Roberto Firmino, que este año lleva tan solo 11 goles en 37 partidos. A los problemas en la delantera, hay que sumarle los de la zaga. Dejan Lovren lleva mes y pico en el dico seco por lesión, y el que le sustituye, Matip, tampoco está a un gran nivel.

El problema de los equipos de Inglaterra es la acumulación de competiciones. En Inglaterra, los equipos que juegan Champions League juegan un total de 4 competiciones. Estas son: Premier League, FA Cup, la ya comentada Champions League y la EFL Cup. El Liverpool tiene que superar con nota un choque importante frente al Burnley. Si en este partido no se llevan la victoria, dirán prácticamente adiós a la liga debido a que es muy difícil recortarle puntos al Manchester City.
Imagen principal: standard.co.uk
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