El base australiano ha solicitado su traspaso a los Sixers, negándose incluso a iniciar la pretemporada. Hasta el momento no existen ofertas firmes por el playmaker.
Con casi total seguridad, Ben Simmons no volverá a vestir la camiseta de los 76ers. El jugador oceánico de 25 años ha decidido finalizar su etapa en Philadelphia y desea ser traspasado antes del inicio de la temporada.
La situación del base australiano, apenas unas semanas antes del training camp en la NBA, es cada vez más complicada. Su decisión de abandonar Pensilvania es definitiva, tal y como se lo comunicó al presidente de la franquicia (Daryl Morey) y a su entrenador (Doc Rivers). Sin embargo, el verano avanza y las ofertas por el jugador no llegan, o al menos no con la seriedad suficiente como para considerar su traspaso.
De la máxima ilusión a una profunda decepción
Por estos motivos, lo que parecía ser una relación idílica entre franquicia y jugador ha acabado saltando por los aires. Seleccionado en la primera posición del Draft 2016, los 76ers tenían grandes esperanzas depositadas en Simmons. Gracias a sus atributos físicos y técnicos, el australiano fue comparado con jugadores de la talla de LeBron James. Además, fue elegido All-Star en tres ocasiones, así como miembro del Tercer Quinteto de la temporada e integrante en dos ocasiones del Mejor Quinteto Defensivo.
Sin embargo, la nula progresión ofensiva del jugador ha acabado con la paciencia de compañeros y afición. Sus terribles problemas con el tiro le colocan en una situación muy incómoda, dadas las exigencias del basket actual con el lanzamiento lejano. Esta debilidad se agrava compartiendo pista con Joel Embiid, indiscutible referencia interior del equipo.
En la memoria de todo aficionado «sixer» quedan las semifinales del Este frente a Atlanta Hawks. El bloqueo mental de Simmons fue más evidente que nunca, con constantes fallos desde el tiro libre y evitando lanzamientos liberados. El resultado final, la inesperada eliminación frente a un rival teóricamente inferior.
Un buen cartel en la liga pese a sus problemas
Con estos precedentes, el jugador ha decidido finalizar su etapa en Philadelphia y sentirse importante en un nuevo proyecto. Pese a los problemas ya descritos, Simmons es un base con increíble capacidad para asistir, dirigir vertiginosas transiciones y ayudar en el rebote. De este modo, su aportación sería de incalculable valor para muchos equipos de la liga.
No obstante, la declarada situación de rebeldía solo disminuye su valor de mercado, dada la imperiosa necesidad de los Sixers por traspasarle. En consecuencia, ninguna de las ofertas recibidas hasta la fecha colman las exigencias de la franquicia.
En los últimos días, informaciones recientes apuntan a Minnesota Timberwolves y Boston Celtics como los principales candidatos a hacerse con sus servicios. Los de Minneapolis conseguirían un base talentoso con grandes dotes defensivas, sumando así competitividad al equipo. Por su parte, en Boston formaría un Big Three junto a Tatum y Brown. Sin embargo, la franquicia de Massachusetts condiciona su interés a que el valor del base siga cayendo.
En cualquier caso, Simmons todavía es considerado como uno de los mayores talentos jóvenes de la liga. A sus 25 años, y con una simple mejora de su tiro, posee el potencial para convertirse en el mejor base de la competición.
Imagen principal vía: NBA.
Síganme en @antonio_aibar y sigan toda la información y la actualidad deportiva en @VIP_Deportivo, en nuestro Facebook: VIP Deportivo e Instagram @vp_deportivo.
Descubre más desde VIP Deportivo
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.