Ensayo literario sobre la muerte de Fausto Gresini y su eternidad.
El inicio de década de los 20 estuvo marcado por el deseo de finalización del año en el que el COVID-19 fue declarado como pandemia mundial. Las malas noticias en término de muertes directas o indirectas debido al coronavirus o las agitaciones socio-económicas también secundaron a aquel 2020. Por si fuera poco, esta dinámica sigue acrecentándose en 2021 hasta que vuelva la inmunización.
El Motociclismo no ha sido ajeno a esta vorágine de sucesos, comenzando con el fallecimiento del prestigioso periodista Tomás Díaz-Valdés a principios de la pandemia. Casi un año después, se ha apagado la vida de uno de los mayores protagonistas de este Mundial, ex piloto y jefe de equipo italiano Fausto Gresini a los 61 años de edad.
La pista mortal del COVID-19
Luchó sin cesar y sucumbió en una pista a la que todavía no se ha puesto en práctica al 100 % el modo de afrontarla exitosamente. Porque aunque sus trazadas sean aparentemente sencillas de sortear, su superficie puede resultar mortal si el asfalto tiene el capricho de dañarte de forma irreversible. Desafortunadamente, Fausto ha tenido el mismo destino que pudo haber sufrido Romain Grosjean a finales de 2020.
Por otra parte, ha tenido el mismo final de dos de sus principales pupilos: Daijiro Kato y Marco Simoncelli. Ambos son la representación del ojo del trasalpino hacia los pilotos que ha ido dando oportunidades a lo largo de su existencia. El cruel destino que han tenido pilotos de su cuna te hace buscar el sentido metafísico de la muerte para calmar el dolor de su acción.
¿Cómo manifestar tu eternidad?
El paraíso católico y el empirismo ficticio reencarnado en la vida real pujan por homenajear el paso del cuerpo de Fausto Gresini en el mundo de los mortales. Por un lado, se opta por fantasear un universo lleno de mortales disfrutando en dimensiones utópicas. Imaginarlos dándolo todo en otro mundo impulsa a tener una mayor ilusión hacia el final de tu existencia descartiana.
Por otra parte, también tenemos a agnósticos o ateos más proclives a las evidencias científicas. Se tratan de las cenizas esparcidas por el mundo en forma de caracteres que penetran en almas. De este modo, el peso de una persona queda custodiado por una determinada persona afortunada. Precisamente los privilegiados son todos esos canteranos y toda una marca Aprilia dispuestas a seguir engrandeciendo al Motociclismo italiano junto a Valentino Rossi. Italia es bella, al igual que el Motociclismo que Fausto, Daijiro y Marco aman.
Fuente de la imagen: Wipikedia Commons.
Descubre más desde VIP Deportivo
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
