Análisis del documental Porque pienso que puedo que narra el espíritu de superación de Carolina Marín
Amazon Prime Video volvió a dejar entrever la intrahistoria de los deportistas españoles más brillantes en un momento determinado de sus trayectorias personales, concretamente Carolina Marín. La onubense fue merecedora de tener su espacio en dicha plataforma de streaming. Lo merece al tratarse de una deportista capaz de romper el monopolio asiático en un deporte tan exótico para los españoles como el bádminton.
No solamente por haber irrumpido en una disciplina tan desconocida para España, también por no perder el ansia competitiva habiéndolo ganado todo lo habido por conquistar en un periodo crítico de lesión. Al fin y al cabo, el documental Porque pienso que puedo vio la luz en septiembre de 2020, pero su visualización puede identificarse con el actual periodo de lesión.
La mano de Don Fernando
Las noticias sobre su recuperación suponen buenas noticias a aquellas personas deseosas de verla poner a la bandera española sobre el cetro mundial. Pero su rapidez a la hora de ponerse en pie apareció perfectamente explicado en los cuatro capítulos de documental, tiene un protagonista: su entrenador Fernando Rivas.
El paso de los capítulos deja entrever un protagonismo que puede llegar a catalogarse como mayor al de su pupila. Cabe recordar que su conocimiento del deporte como disciplina científico llevó a convertir lo diferente en desencadenante para derrocar la hegemonía oriental, aunque el precio a pagar fuese eliminar parte de la vida social de Carolina.
Se trata de una de las premisas para anteponer el método al resultado. Así se vio en los partidos disputados en los que Fernando consolaba a la deportista andaluza por haberse mantenido fiel a una identidad. Fue el momento en el que el espíritu de la superación hacia la excelencia a través del trabajo bien hecho acechó. La belleza de la producción no radica en el final o en el morbo de indagar en la intimidad de la medallista, sino en encontrar una historia digna de ser catalogada como novela en la propia realidad y, para más inri, en el deporte.
Imagen principal vía: @CarolinaMarin
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